Con una fuerte señal al campo y una aparente calma puertas adentro del Ejecutivo, el gobierno nacional presentó ayer un proyecto con múltiples incentivos para la cadena agroindustrial, una iniciativa que apunta a consolidar el desarrollo del sector a partir de la promoción de nuevas inversiones, la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2030 y la incorporación de tecnologías de última generación a partir de una serie de beneficios fiscales y estímulos productivos.
Fue el presidente Alberto Fernández quien encabezó la presentación del proyecto de ley que crea el Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial. Lo hizo acompañado por la vicepresidenta Cristina Kirchner; el jefe de Gabinete, Juan Manzur; y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Se trató de la primera imagen pública del jefe de Estado y su vice desde la derrota en las Paso que provocó una crisis sin precedentes en el Gobierno y motivó el recambio de gabinete.
La ley reivindica la cultura del encuentro, una mesa común donde sentarnos a construir las políticas que hacen falta para que la Argentina sea el país que merecemos vivir”, dijo Fernández durante el acto realizado en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. El evento coincidió con el relanzamiento de las campañas electorales que inició en la víspera, por lo que fue una suerte de primer paso de la carrera del Frente de Todos con miras a las elecciones generales del próximo 14 de noviembre.
En ese contexto, el Presidente destacó que la iniciativa que será enviada al Congreso para su tratamiento fue consensuada con 60 entidades agropecuarias y en el seno del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Minutos antes, en la apertura del acto, el titular de la cartera agropecuaria dijo que la producción agropecuaria es una parte indisoluble de nuestra identidad nacional. El trigo, el maíz y la carne son considerados bienes culturales argentinos y están en el centro de nuestras tradiciones”. El presidente me ha resaltado que nuestro obligación es cuidar el interés general y la seguridad alimentaria de los argentinos”, indicó a continuación Domínguez, y dijo que el sector agrobioindustrial tiene un sueño” que es la estabilidad” para nuevas inversiones.
Desde el sector privado, el Consejo celebró la ley al asegurar que la misma beneficiará a las 24 cadenas productivas que integran el sector (ver aparte). Estas cadenas ratifican el carácter federal del proyecto de ley de inversiones y empleo del CAA”, enfatizó. Horas antes, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, había señalado que la ley de fomento es un primer paso importante, que no es menor y que va en el sentido correcto”.
En busca de divisas y puestos de trabajo
El Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial” prevé aumentar las exportaciones en unos USD 7.000 millones hasta el 2030. De esta forma, se buscará generar divisas y crear más de 150.000 puestos de trabajo beneficiando a la producción agropecuaria y agroindustrial de las 24 cadenas de valor del país.
El Régimen comenzaría a aplicarse de manera retroactiva desde enero de este año y prevé la amortización acelerada en tres años o acorde al tipo de inversión en cada sector del agro. Para inversiones en construcciones e infraestructura, establece que la cantidad de cuotas anuales, iguales y consecutivas será la que surja de considerar su vida útil, reducida al 50% de la estimada.
También, prevé la devolución de IVA para inversiones en el plazo de un año. Por otra parte, el Régimen establece que los productores ganaderos, pagarán el Impuesto a las Ganancias al momento de la venta y no durante el tiempo de engorde y se prevén beneficios promocionales aquellos que obtengan, respecto al promedio de los tres últimos ejercicios fiscales, aumentos en los porcentajes de destetes de terneros logrados o aumento del peso promedio de los animales enviados a faena.
Por último, la iniciativa también pretende incrementar el uso de semilla de especies nacionales y estimular la producción sustentable empleando fertilizantes e insumos biológicos a través de créditos fiscales intransferibles de hasta 50% menos en la adquisición de estos productos, deducibles del impuesto a las ganancias.