El Mercado Común del Sur (Mercosur) deliberará mañana y el jueves en la ciudad brasileña de Río de Janeiro con más dudas que certezas sobre la firma del dilatado Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE).
El presidente Alberto Fernández -que encabezará por última vez la delegación Argentina antes del recambio institucional del 10 de diciembre- firmará junto a sus pares el TLC con Singapur y reiterará la posición que su Gobierno esgrimió contra las exigencias medioambientales europeas, el Talón de Aquiles de la hasta ahora frustrada negociación.
Si bien la Argentina fue uno de los países que más señalamientos hizo a la “side letter” ambiental que impulsó Bruselas, tanto Brasil como Paraguay apuntan a la intransigencia europea como factor fundamental del fracaso. Ayer, el canciller Santiago Cafiero ratificó que el acuerdo entre el Mercosur y la UE “no era balanceado” porque provocaba un impacto “negativo para la industria y en las exportaciones agropecuarias” de nuestra región.
Sin embargo, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva anticipó que no renunciará al acuerdo comercial y pidió a la UE que decida si realmente está interesada en sellarlo y se comprometió a hacer “esfuerzos adicionales” para evitar que fracasen las negociaciones.
El presidente francés Emmanuel Macron había sido taxativo horas antes: “Estoy en contra del acuerdo Mercosur-UE, porque creo que es completamente contradictorio con lo que él (Lula) está haciendo en Brasil y lo que estamos haciendo nosotros, porque es un acuerdo que se negoció hace 20 años, y que intentamos remendar, pero está mal hecho”, subrayó.
“Respetamos la posición de Macron, lo que no puedo todavía es decir si vamos a firmar. En primer lugar porque, además de la posición de Francia, tenemos la posición de Argentina, que tuvo elecciones y su nuevo presidente (Javier Milei) asume el día 10. Alberto Fernández participará en nuestra reunión el día 7 en Brasil. El día 6 habrá una reunión de ministros, cancilleres de los países del Mercosur, quienes intentarán resolver los problemas técnicos que existan”, adelantó Lula.