Los extremos del PRO se tocan en un punto en común: la resistencia a la «intervención» informal que dispuso el ex presidente Mauricio Macri en Córdoba, a cargo de Darío Nieto: la tropa de la diputada nacional Laura Rodríguez Machado, la delegada de Patricia en Córdoba, y Oscar Agost Carreño, el presidente del partido “amarillo” en nuestra provincia, no le reconocen al «interventor» herramientas legales ni otro atributo político que no sea el dedo del ex jefe del Estado.
Como se sabe, Agost Carreño fue cuestionado públicamente por Macri en la Bolsa de Comercio –«No puede ser presidente de nuestro partido alguien que no comulga con nuestras ideas», dijo del diputado nacional que pertenece al bloque de Miguel Ángel Pichetto-. «Lo cuestionó a Oscar, pero mira para otro lado cuando se trata de Rodrigo de Loredo, que fue quien armó la sesión contra el veto por el veto universitario», se quejan cerca de Rodríguez Machado, la delegada de Bullrich.
Es una alianza impensada, pero útil para el propósito de ambos sectores: limitar la incidencia de Macri en Córdoba. En lo gubernamental, Bullrich juega con el gobernador Martín Llaryora; en lo político, Agost Carreño hace lo propio en el bloque Encuentro Federal, donde el mandatario cordobés y el ex gobernador Juan Schiaretti tienen cinco bancas.
Ambos sectores también ponen en la balanza los números de Macri en Córdoba y su pérdida de poder territorial real. «A Mauricio se le cayó el PRO en Santiago del Estero, y no se lo vio tan preocupado ni cuestionó a (Facundo) Pérez Careletti por la inutilidad manifiesta», siembran cizaña en el campamento de Agost Carreño.
El presidente del PRO confía en que la asamblea partidaria le seguirá respondiendo. Tiene varias cartas a su favor, en particular los puentes con el peronismo de Córdoba que tiene entre sus funcionarios a varios PRO: el viceintendente de la ciudad, Javier Pretto; el titular de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani; la legisladora provincial Karina Bruno, que le responde a Capitani; el ministro de Industria, Pedro Dellarossa; además de aliados propios, como el legislador provincial Oscar Tamis, informó ayer el portal La Política Online.
«La asamblea del partido puede desconocer cualquier injerencia de Nieto, que no es afiliado en este distrito y no tiene ningún instrumento legal para intervenir al partido, mucho menos ante la Justicia Federal», insisten cerca de Agost Carreño.
Es el mismo análisis que hacen cerca de Bullrich: «Daro no es parte del PRO Córdoba. Si Patricia es la dirigente del PRO con mejor imagen en Córdoba, por qué hay que obedecer a Mauricio. Acá no hay lapicera que valga, acá valen los votos», dicen en el espacio de Rodríguez Machado, a quien Bullrich le levanta la mano para las listas de 2025.
La «auditoría» encargada a Nieto es apoyada por la macrista Soher El Sukaria -a cargo de la Defensoría del Público-, quien dice que el PRO Córdoba «no puede tener un presidente que decide y hace inconsulta y arbitrariamente, y que ademàs atenta contra los intereses partidarios a nivel local y nacional».
«La misión de Darío Nieto es hacer una auditoría y evaluar el funcionamiento del PRO Córdoba, eso está definido y fue decidido frente a las actitudes personalistas y contrarias al PRO, a la política del PRO, a los que representamos en el PRO. Se intentó en reiteradas ocasiones que (Agost Carreño) cambie de postura, pero no se logró, lo que perjudica a todo un espacio político», sostiene El Sukaria.