En el edificio de Tribunales Federales de Córdoba despidieron a Ricardo Bustos Fierro a fin del año pasado. Luego de tres décadas y a los 87 años, el juez más polémico cesaba en su cargo el 25 de enero, por lo que no regresaría tras la feria judicial. Esa fecha había sido establecida cinco años antes, cuando un decreto presidencial ratificado por el Senado le dio la posibilidad de continuar en el cargo hasta el tercer miércoles del 2023.
La Cámara Federal de Córdoba y la Cámara Nacional Electoral nombraron subrogantes de Bustos Fierro antes de esa fecha límite, para que no haya vacancias en el estratégico Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1). Pero el veterano ex juez volvió el miércoles pasado a su despacho y reclamó su lugar.
Hoy Bustos Fierro –que para la Cámara Federal es un ex magistrado– sigue en la oficina que ocupó los últimos 29 años, pese a que otros dos jueces ya tienen firma habilitada para resolver en las causas del Juzgado Federal 1, según reveló ayer en un informe el diario La Voz del Interior.
La insólita escena genera especulaciones de todo tipo en el mundillo tribunalicio, pero lo real es que se trata de una situación judicial anómala. El juez Sergio Pinto, titular del Juzgado Federal de Bell Ville y designado subrogante del Juzgado 1 en reemplazo de Bustos Fierro ya tiene la firma habilitada y el miércoles último se encontró en una incómoda situación cuando Bustos Fierro apareció y reclamó su oficina. Pinto hizo una presentación informativa a la Cámara Federal para notificar lo que estaba aconteciendo.
La Cámara Nacional Electoral también designó a Alejandro Sánchez Freyre como subrogante de la competencia electoral del Juzgado Federal 1. Dado que el magistrado está de vacaciones –se reincorpora la semana próxima–, a su vez designó transitoriamente como subrogante a Roque Ramón Rebak.
Distinto criterio
Las actuaciones de la Cámara Federal de Córdoba y de la Cámara Nacional Electoral se basan en el mismo criterio: la prórroga de cinco años para que Bustos Fierro pudiera seguir en el cargo venció de pleno derecho el 25 de enero, puesto que no hubo ninguna presentación pidiendo una nueva prórroga. Esa esa la razón por la que se dispusieron las subrogaciones del Juzgado 1.
Bustos Fierro decidió volver a su despacho con otro criterio. Según hizo trascender, él presentó la renuncia al Juzgado 1, pero dado que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, aún no la aceptó, decidió volver a su despacho y seguir ejerciendo en el cargo a la espera de ese acto administrativo.
La actitud de Bustos Fierro causó máxima sorpresa en la Cámara Federal, que convocó la integración urgente de sus cinco miembros para resolver la situación. “Es una situación delicadísima. Hay dos firmas habilitadas en el fuero multifunción, los actos jurisdiccionales pueden ser nulos y esto es grave a nivel judicial, no es gracioso de ninguna manera lo que está ocurriendo”, indicó uno de los miembros de ese cuerpo.
También señalaron que Bustos Fierro “está pretendiendo ejercer un cargo que ya no tiene” y está obstaculizando el normal funcionamiento del Juzgado 1 cuando hay una elección nacional en siete meses y competencia legal en curso de ese Juzgado.