Carlos Hairabedian: «Para que no gane la mentira se necesita de una revolución

Por Jorge Vasalo

Carlos Hairabedian: "Para que no gane la mentira se necesita de una revolución

Para los amantes de la filosofía y de la lingüística la palabra pasión es un manjar que nos remonta al significado original de sufrimiento, pero que con el paso del tiempo fue usada para explicar el amor ciego por algo, e incluso con interpretaciones bíblicas y mundanas diferentes, que al mismo tiempo explican la generosidad de este vocablo tan simple pero tan intenso. En lo personal, prefiero el significado referido al amor, al gusto profundo, a la devoción por alguna persona, actividad o por la vida misma. Acaso, y con todo lo lindo y feo que tiene… ¿existe algo más hermoso que vivir la vida con pasión?

La palabra lucha, en cambio, ha tenido mayores consensos históricos para con sólo dos sílabas explicar un proceso que nos acompaña desde el minuto uno y hasta el final de nuestro camino. Y justamente se trata de ese esfuerzo muchas veces titánico que hacemos para nacer, crecer, avanzar, sobreponernos y alcanzar lo que buscamos. Por eso, considero que son admirables aquellas personas que, con aciertos y errores, son capaces de sostener durante tanto tiempo “la llama prendida”, pase lo que pase, y a pesar de las inclemencias.

El abogado Carlos Hairabedian, de jóvenes 89 años, es para mí un hombre sabio, que ha podido sostenerse incluso cuando ya siendo juez provincial, la Triple A atentó dos veces contra su vida. O ya después del golpe de marzo del 76, cuando en la ex cárcel UP 1 o en el campo de concentración de Campo de La Ribera, y a pesar del contexto de tanta tortura y muerte, se transformaba en un relator de cine imaginario para entretener a tantos secuestrados que con sus cuerpos lacerados, sus estómagos vacíos y la muerte acechando encontraban un poco de vida en esas películas de los último años. La función se iniciaba cuando Hairabedian invitaba a los espectadores a prestar atención y decía: “Atención. Esta noche proyectaremos El Desierto de los Tártaros, película italiana protagonizada por Vittorio Gassman, Jaques Perrin y Philippe Noiret, entre otros… Y así transcurría la película como si la hubieran proyectado en el viejo Cinerama. Como bien se puede leer en la presentación del libro biográfico “BUSCADO. Una vida al límite”, escrito por Juan Cruz Taborda Varela, Hairabedian es hijo de sobrevivientes del Genocidio Armenio y su historia personal condensa buena parte de la historia de Córdoba de los últimos casi 90 años. Por eso con él se puede hablar de aquella y de esta Córdoba, también sobre deporte, política, periodismo y de un sinfín de cosas más. En esta oportunidad, elegimos charlar sobre su inagotable vocación por el Derecho, y que todavía lo lleva a caminar los pasillos de tribunales con la experiencia de tantos juicios en el lomo, pero también con la misma humildad y frescura de los novatos.

La primera pregunta es elemental: ¿qué imagen tiene de la Justicia del presente?

-De verdad prefiero no generalizar porque hay muchas variantes. En cambio, y relativamente, puedo opinar sobre la Justicia Penal de Córdoba y en ese sentido mi impresión es negativa porque la veo muy condicionada por los prejuicios de carácter social y económicos. Para que la Justicia funcione debe ser realmente independiente y prescindir de cualquier tipo condicionamiento previo.

¿Usted cree, entonces, que la ley no es pareja para todos?

-Ocurre que a veces los jueces se dejan ganar por prejuicios y también por la omnipotencia que significa decidir sobre la libertad o no de diferentes personas. Tengamos en cuenta que la formación ética, social, educativa y profesional de los operadores judiciales puede distorsionar la aplicación de la Ley tal como juraron. Ocurre también que si tienen una formación estrictamente académica a veces esa concepción puede impedir ver a los acusados con una mirada más humana y totalizante, incluso a los más perversos.

Ante un mismo delito… ¿un rico y un pobre son juzgados del mismo modo?

-Es poco probable, porque nuestra sociedad tiene una inclinación a un tratamiento desigual en favor de los más ricos. De igual modo puede pasar con el color de piel, con la vida que llevan, los lugares donde viven. En verdad los ricos y los pobres deberían ser mirados con la misma vara. Es más, a veces el rico es por lejos el peor, y el pobre si bien pudo haber cometido un determinado delito, tal vez lo haya hecho desde una situación de necesidad o del triste destino que le tocó vivir, y sin embargo no hay piedad para él.

¿Qué opina de la actual Corte Suprema de Justicia de la Nación?

-Creo que es una Corte muy atrasada, y que requiere de una modificación reglamentaria o una reestructuración para que sea más ágil y resolutiva. Me parece que sólo cuatro integrantes con los relatores no son suficientes para atender tantos casos, y entonces por un lado la Corte exige rapidez a los tribunales inferiores, y por el otro lado se muestra incapaz de hacerse cargo de miles de procesos en tiempos razonables.

No hay mujeres en la Corte y ni siquiera candidatas a integrarla… ¿prevalece el machismo en los tribunales superiores?

-Creo que en la actualidad el Poder Político es el más machista de todos, incluso con un Presidente y una Vicepresidenta que integran una corriente antifeminista muy fuerte. Fíjese que actualmente sólo hay mujeres (y muy pocos hombres) que pugnan para que haya juezas en la Corte Suprema, lo cual sería muy bueno porque hay magistradas muy idóneas y capacitadas en todo el país.

En los últimos años surgieron llamativas combinaciones entre algunos jueces y periodistas de empresas mediáticas importantes… ¿existe para usted el ‘lawfare’?

-No tengo dudas. Y salta a la vista cuando se conocen algunas investigaciones que claramente están condicionadas por distintos intereses. Y por supuesto hay jueces deshonestos, comprometidos con algún poder, que han mentido para perjudicar a determinadas personas que “molestan” a estos poderosos.

En tiempos en que 25.000.000 de argentinos son pobres… ¿considera que los jueces son privilegiados por el salario que cobran?

-Es una cuestión muy discutible la proporcionalidad de los salarios, por eso los sueldos que ganan los jueces de la Corte son inalcanzables, y por eso hay una brutal injusticia si se compara estos sueldos con los de muchos trabajadores y jubilados. Gente que ha trabajado duramente durante toda la vida y que no tiene un ingreso mínimamente digno. Es más, si protestan es muy posible que los repriman.

Además de abogado y ciudadano usted es comunicador. ¿Cree que hoy en nuestro país la mentira es más poderosa que la verdad?

-Lamentablemente la mentira sigue ganando y para lograr que no prevalezca sobre la verdad se necesita una “revolución” con una mayor conciencia cívica en la que los mentirosos ya no sean premiados. Pero me pregunto: ¿en la Argentina estamos hoy en condiciones de hacer esa transformación?

Algo de política: hace un tiempo la vicepresidenta Victoria Villarruel pidió juzgar a los Montoneros, ¿qué opina?

-Esos montoneros están muertos porque los mató la represión ilegal. En todo caso los pudiesen haber juzgado en los años 70 en vez de secuestrarlos, matarlos y desaparecerlos. Creo que las manifestaciones de Villarruel están destinadas a sus seguidores.

Antes de la despedida, una pregunta sobre usted y cómo logra mantenerse lúcido y activo a su edad… ¿tiene algún secreto?

-Gracias a Dios la salud me acompaña y sigo luchando por lo que creo, y pongo muchas ganas y vehemencia en favor de mis ideales. La verdad es que no tengo ningún secreto especial, y me mantengo activo y me alimento con normalidad y como todo lo que me gusta pero en proporciones adecuadas. Además, he vivido circunstancias muy duras, e incluso fui muy feliz estando en la cárcel porqué allí conocí a muchas gente con valores y principios firmes para transformar a nuestra sociedad y hacerla mejor. En definitiva, yo me considero un luchador, que desconfía de todo y que trata de vivir la vida con toda la pasión posible.

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