El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, empezó a mover hilos para reunir voluntades en torno a dos objetivos: eliminar de cuajo las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), el mecanismo que el sistema electoral argentino adoptó desde 2011 para dirimir candidaturas dentro de las coaliciones, y la instrumentación de la Boleta Única de Papel, que ya tiene media sanción de Diputados.
Desde Casa Rosada aseguraron que las tratativas ya comenzaron y que los bloques denominados “dialoguistas” se mostraron abiertos al debate de ambos puntos, que ya estaban incluidos en un capítulo del proyecto original de la Ley Bases enviado en diciembre pasado. “Se está trabajando en esa línea”, deslizaron a medios porteños desde el entorno de Francos. La semana que pasó, el funcionario fue contundente al sostener que las Paso en realidad “no han servido para nada” y que “se implementaron solamente como un gasto más”.
“En las últimas se gastaron 52 millones de dólares, en una Paso que no sirvió para nadie, salvo para la elección de Juntos por el Cambio, donde debatían dos propuestas diferentes, pero para el resto de las fuerzas no significaban nada”, argumentó el funcionario durante su exposición ante los empresarios del Consejo Interamericano de Comercio y Producción. El jefe de Gabinete adelantó además que en los próximos días el oficialismo buscará reunirse con “diputados de distintos sectores” para “tratar temas que son básicos”, entre los que mencionó tanto la supresión de las primarias como la implementación de la boleta única.
Para ello, el gobierno nacional necesitaría del apoyo de una parte importante de la oposición amigable que colaboró en la sanción de la Ley Bases, y que para ratificar su espíritu cooperativo fue hasta Tucumán en la firma del Pacto de Mayo. Pero en el Congreso hay cierto reparo sobre las propuestas de reforma electoral que impulsa Milei. Distintas voces opositoras cuestionaron que, más allá de las intenciones mediáticas del Gobierno por eliminar las primarias, recortar el financiamiento a los partidos políticos o bajar aún más la edad para el voto voluntario, todavía esas iniciativas no tuvieron un correlato en proyectos de ley concretos.
“Es todo metaverso. No hay nada”, manifestó un diputado de la bancada de Miguel Pichetto que tiene trato directo con funcionarios de la Casa Rosada. “Nos tantearon a ver qué pensamos, pero cuando le decimos las otras cosas que queremos discutir, reculan”, apuntó el legislador al portal Diarioar. La única es la instrumentación de la Boleta Única de Papel, que tiene media sanción de Diputados y espera en el Senado el acuerdo que logre su titular, Victoria Villarruel, con los distintos bloques para llevarla al recinto.