En una entrevista al programa Córdoba en Foco, de los SRT Media, el exmagistrado Juan Carlos Maqueda, una figura con experiencia única en los tres poderes del Estado, lanzó una alerta contundente: “Hay un serio riesgo de perder el sistema democrático que hemos conseguido”. Esta preocupación, que según él es un fenómeno global con su ejemplo más claro en los Estados Unidos, enmarcó un análisis crítico de la realidad argentina.
Maqueda dirigió su mirada al lenguaje político actual, asociándolo al del siglo XX. “El discurso tiene un contenido de violencia que no veíamos desde el siglo XX. Ya sabemos cómo terminaron esos lenguajes violentos en el fascismo, stalinismo y nazismo, y no queremos volver”, afirmó, refiriéndose al discurso del presidente Javier Milei. Esta retórica, a su juicio, impulsa una “batalla cultural” que busca ir “en contra de todo lo concebido en el plano democrático”.
Con la autoridad de haber participado en la reforma constitucional de 1994, el exjuez de la Corte Suprema criticó duramente la designación de jueces por decreto, una medida que “tiró abajo absolutamente” el mecanismo de consenso que él ayudó a crear. “La reacción del Senado fue totalmente normal”, sostuvo, al considerar que su función fue afectada.
Otro punto de alarma para Maqueda es el uso excesivo de los vetos presidenciales, que calificó como una “remanencia monárquica”. “No ha habido nunca el exceso de vetos que tenemos en este momento”, aseguró, citando como ejemplo la negativa a negociar el financiamiento universitario. Advirtió que cualquier intento de llevar estos vetos a la Justicia “tiene todas las de perder”.
La suma de estos factores—la falta de presupuesto nacional por dos años, los decretos que vulneran al Congreso y la retórica confrontativa—configura, para Maqueda, un panorama de “hiperpresidencialismo”. Este fenómeno, agravado por coincidir con la “concepción sociológica y psicológica del presidente”, representa un problema “muy difícil de resolver”.
Frente a esta crisis, Maqueda vio una esperanza en la política que pueda surgir del centro. Miró con “mucha simpatía” el nuevo espacio federal Provincias Unidas, ya que “las grandes transformaciones de los países se hacen desde allí”. Criticó los efectos negativos de las “vanguardias de derecha e izquierda” por generar grietas y expresó su esperanza de que se convoque a independientes para “tratar de hacer un gobierno inteligente”. Su conclusión fue un llamado a defender la democracia desde la mesura y el diálogo.