La candidata a diputada nacional de Hacemos por Córdoba, Natalia de la Sota, lamentó ayer los dichos del presidente Alberto Fernández respecto de que Córdoba debía integrarse al país. “Me encantaría que vengan a ver cómo se ve la Argentina desde el interior”, señaló.
“Es doloroso escuchar esas cosas, es bastante lamentable escuchar estas ideas”, reconoció la postulante a la Cámara baja, al tiempo que aclaró: “Si hablamos sobre que somos distintos, yo diría que sí, como lo es Santa Fe, Santiago del Estero, el sur o el norte de nuestro país. Las provincias tenemos características propias, tenemos una historia propia, tenemos nuestras propias economías regionales. Entonces, tenemos que entender que la diversidad de nuestro país es la que nos va a complementar para dejar atrás esta historia de diferencias y de discriminaciones y empezar a construir algo colectivo. Por eso estamos insistiendo tanto nosotros en estas diferencias que hay entre el puerto y el interior”.
A su vez, la actual legisladora provincial reflexionó: “No sé si hubo malas interpretaciones. Es lo que hemos escuchado. Yo creo que tenemos que terminar, de una vez por todas, con esta mirada del interior desde Buenos Aires. A mí me gustaría invitar a todos los dirigentes nacionales que están en Buenos Aires a que vengan a ver cómo se ve la Argentina desde Córdoba. Se ve tan distinta, se ve tan desigual”.
“Hay que ser cuidadosos para que, por una vez, podamos ponernos de acuerdo en encontrar soluciones colectivas. Nos ha hecho pedazos esta grieta política y nos ha hecho pedazos también esta grieta entre el interior y Buenos Aires. Por eso insistimos tanto en reclamar los recursos para Córdoba, en decir que tenemos las mismas necesidades que tienen en Buenos Aires, que no estamos pidiendo ni más ni menos que Buenos Aires, que estamos pidiendo las mismas oportunidades”, explicó De la Sota.
Por último, resumió las diferencias del interior con los gobiernos nacionales a través de la historia de los gobernadores de su familia: “Yo tengo a mi abuelo materno, Arturo Zanichelli, que fue gobernador radical de la provincia en 1958; y a mi padre, tres veces gobernador justicialista de Córdoba. Ambos tuvieron las mismas discusiones con Buenos Aires. A mi abuelo le intervinieron la provincia en 1960 por plantarse y por enfrentamientos con el poder central. Y ya sabemos sobre la historia reciente de lo que han sido los gobiernos de José Manuel de la Sota como de Juan Schiaretti respecto a decir qué piensa Córdoba a nivel nacional”.