La diputada nacional del bloque Córdoba Federal, Natalia de la Sota, no descartó acompañar al intendente Martín Llaryora como compañera de fórmula para la Gobernación de cara al 2023. “Somos muchos los dirigentes que vamos a estar en la discusión de lo que viene. Hay una generación que asume este compromiso porque tanto José Manuel de la Sota, que ya no está entre nosotros, como el gobernador Juan Schiaretti ya no pueden ser candidatos”, señaló.
En ese sentido, destacó que “somos muchos los que estamos involucrados y hemos tenido dos maestros muy importantes. Así que todos nosotros vamos a estar en lo que viene que es ganar la provincia y cuidar este trabajo que se ha hecho durante 20 años”.
A continuación, la diputada peronista insistió en remarcar que “yo quiero ser parte de lo que viene como lo ha dicho (el intendente de Río Cuarto) Juan Manuel Llamosas y el vicegobernador Manuel Calvo. Somos un grupo de dirigentes que queremos ser parte. Pero lo más importante es ser inteligentes y generosos. No va a ser fácil después de dos grandes liderazgos y dos grandes gestiones”.
Por su parte, al ser consultada sobre la reciente reunión que el Interbloque Federal mantuvo con Schiaretti, aseguró que “fue muy buena” para “poner en común ciertas preocupaciones y hacer un diagnóstico y un plan de trabajo en lo que tiene que ver con la cuestión legislativa, en la Cámara de Diputados”.“Tenemos en claro que
tenemos que salir de esta lógica de buenos y malos o ángeles y demonios, a los que nos tienen acostumbrados en estos últimos años y ponernos a trabajar para lograr el diálogo y el consenso necesarios para poder encontrar algunos caminos comunes”, expresó De la Sota en diálogo con el periodista Marcelo Irastorza.
Sobre el particular, reconoció la dificultad que implica salir de esa lógica de la grieta. “Yo siempre digo que esta grieta tiene que terminar y para eso hay que ir logrando los consensos con dirigentes de todas las fuerzas que crean que la previsibilidad y el sentido común son lo que le tenemos que ofrecer a la sociedad. Es una sociedad enojada y con razón. Dolida. Desde la democracia a esta parte tenemos que hacer un mea culpa toda la dirigencia política. Porque la realidad es que no se han logrado las soluciones que la sociedad espera. Ahora irnos a los extremos no nos da ninguna solución. Gobernar es racionalidad y sentido común y esto es lo que estamos necesitando en nuestro país”, repasó.