A poco más de un mes de asumir, el presidente Javier Milei salió a reclamar ayer al Congreso que apruebe la Ley Ómnibus y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que impulsan una desregulación radical de la economía, bajo la advertencia de que en caso contrario “el ajuste que habrá que hacer será mayor”.
“Cuanto mayores dilaciones y tonterías se hagan desde la política, el mercado te pasa la factura”, advirtió Milei en un diálogo radial, donde insistió en que “el origen de todos los males es el Estado y los políticos generando déficit fiscal”. El jefe del Estado formuló estas declaraciones antes de encabezar en la Residencia de Olivos una reunión de gabinete previa al viaje que hoy hará a Suiza para participar de la 54° Reunión Anual del Foro de Davos.
El mandatario aprovechó para realizar un balance positivo de su primer mes de gestión e insistió en calificar como “un logro enorme” que el índice de inflación de diciembre último haya sido del 25%, algo que atribuyó a un “plan de estabilización hiperortodoxo” que consiste en “un fuerte ajuste fiscal para que no haya más necesidad de emisión para financiar al fisco, un proceso de saneamiento del Banco Central, que está en curso, y un sinceramiento en el mercado de cambios”.
Pese al alto índice inflacionario, Milei celebró que “es la primera vez que hay un ajuste que recae sobre la política y no sobre los ciudadanos de bien”, a la vez que consideró que el decreto 70/2023 es “revolucionario” porque “es la primera vez que un DNU devuelve libertades individuales, hace que las estructuras del mercado sean más competitivas y termina con los negocios turbios de la política”. Sin embargo, admitió que “vamos a seguir padeciendo alta inflación durante unos meses. Si seguimos con austeridad vamos a lograr abatir la inflación, estos procesos no son instantáneos”.
Por otro lado, defendió la ley ómnibus al considerar que con ella “se hizo mucho más que en muchísimos años de lo que lleva esta democracia, y todo en favor de las ideas de la libertad y el bienestar individual”. Sin embargo, advirtió que “si la ley no avanza, el déficit cero no es negociable” porque “entendemos que el problema es el Estado y los políticos generando déficit fiscal”.
“Si nos encontramos en un contexto más adverso, ya sea porque tiene que caer más la actividad o baja menos la tasa de interés, o tuviéramos un menor acceso a los mercados de capitales, eso haría que la economía tuviera menos recursos y, por ende, como no se negocia el déficit cero, el ajuste que habría que hacer es mayor”, advirtió y se dirigió directamente al Congreso para aseverar: “O se ponen los pantalones largos para que los argentinos estén mejor o el mercado nos pasa la factura”.
En esa línea, señaló que la responsabilidad es del Poder Legislativo para “hacer las cosas bien o dedicarse a hacer ‘fulbito’ para la tribuna mientras que le arruinan la vida a los argentinos como han hecho durante los últimos 40 años”.