El recorte de presupuesto y personal impuesto por el gobierno de Javier Milei tiene un costo. En el caso de la reducción de personal de empresas públicas, de momento el gasto asciende a casi $ 200.000 millones para los retiros voluntarios en tres de las compañías estatales más grandes: Aysa, Correo Argentino y Aerolíneas Argentinas.
Según fuentes de cada una de ellas, la cifra exacta del dinero que recibieron del Gobierno suma $ 194.700 millones. El plan de reducción de las tres compañías incluye el retiro voluntario de 5.800 personas. Por lo tanto, en proporción, el Tesoro destinó un promedio de unos $ 33,6 millones por cada trabajador que decidió acogerse a este régimen.
En el caso de Aysa, 1.200 personas adhirieron al retiro voluntario. Desde la empresa informaron que recibieron $ 36.000 millones para financiar las salidas de esos empleados. En consecuencia, el promedio fue de $ 30.000.000 per cápita.
Más allá de la cuestión económica, la empresa contaba con 7.790 empleados en diciembre del año pasado, según un relevamiento del Indec. A propósito de esto, un documento elaborado por la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado de Jefatura de Gabinete describió: “Aysa fue un ejemplo en el que se crearon cargos y se tomaron empleados por cuestiones políticas o de militancia partidaria y no por una necesidad real”.
Correo Argentino es la empresa cuya planta de personas más bajas sufrió. Según fuentes del Gobierno, registró 3.600 retiros voluntarios y 377 despidos. Para los retiros voluntarios recibieron dos transferencias del Tesoro que, sumadas, llegan a los $ 100.000 millones. Prorrateado, daría una unos $ 27.800.000 por cada retiro.
A su vez, la cantidad de bajas que registró esta compañía equivale a casi uno de cada cuatro trabajadores que tenía en noviembre del año pasado, ya que en aquel entonces contaba con 16.897 empleados: entre retiros y despidos, quienes abandonaron el Correo suman 3.977.
El caso de Aerolíneas Argentinas es el que presenta la transferencia del Gobierno más reciente. De acuerdo al monitor de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en junio recibió dinero del Ejecutivo por primera vez en la era Milei: fueron $ 58.700 millones. Fuentes del Ministerio de Economía explicaron que ese dinero tiene el objetivo de financiar el plan de reducción de la empresa.
En ese sentido, Aerolíneas Argentinas completó una primera etapa de retiros voluntarios, que incluyó a casi 500 empleados y hace casi dos semanas lanzó una segunda instancia del mismo régimen, con el que, tal como expresaron desde la empresa, proyectan que adhieran otras 500 personas.
Estos son los datos sobre el dinero girado para los retiros voluntarios y planes de reducción de tres de las empresas públicas más grandes que iniciaron tales procesos. Sin embargo, si se tuviera en consideración el tamaño de la dotación de la compañía, la más grande es Operadora Ferroviaria S.E, con 23.456 empleados. Esta empresa, también conocida como Trenes Argentinos, de momento no inició ningún proceso de retiro voluntario o despidos, tal como informaron sus representantes.