El ex gobernador Juan Schiaretti aceleró el armado del esquema de centro, que tendrá como sello electoral la marca «Hacemos por Argentina». En el espacio entienden que las posiciones extremistas de libertarios y kirchneristas (con sendos fracasos económicos) abrirán la brecha por la que pasarán los moderados del peronismo y del radicalismo, esquema en el que también anotan al ex jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
En ese marco, Schiaretti habilitó el proceso para limar al gobierno nacional. Los primeros misiles pusieron en el blanco a Luis «Toto» Caputo. La mano derecha del ex mandatario cordobés, el diputado Carlos Gutiérrez, comenzó con esa tarea al calificar al ministro de Economía de Javier Milei como «un genio de las mesas de dinero».
En declaraciones al diario Puntal de Río Cuarto, Gutiérrez acusó a Caputo de tener «una visión financiera y no la de un ministro de Economía que, por más que el Presidente diga que es un genio, sea algo más que un genio de las finanzas o de las mesas de dinero». «No es un ministro de Economía que tenga un plan de desarrollo», agregó Gutiérrez, quien no da estas definiciones sin el visto bueno de Schiaretti.
Hasta ahora, Hacemos por Argentina presentó los avales para ser reconocido como partido en 13 distritos, y los armadores esperan tenerlo conformado en la totalidad de las provincias antes de fin de año, lo que le permitirá a Schiaretti poner candidatos propios en todas las provincias, con una narrativa sobre el modelo de producción como motor, y no el de la «timba» que representa Caputo.
El «plan Vaca viva» (con la producción agropecuaria como eje) es la marca que el schiarettismo ensaya para el 2025. En palabras de Gutiérrez: «El único modelo de acumulación que parece tener el presidente en la cabeza es el extractivo de Vaca Muerta. ¿Y la vaca viva? Es un modelo de acumulación no extractivo que, a diferencia de Vaca Muerta, genera muchísimos más puestos de trabajo».
«El Gobierno le dice no a la baja de retenciones, no a las obras de infraestructura que son necesarias, recién ahora anunció un régimen para la ganadería. A todo le dicen que no. Pero el régimen de Tierra del Fuego no se toca», agregó Gutiérrez, en otra chicana a Caputo y su familia.
Con «Vaca viva», Schiaretti está decidido hablarle a la región centro, donde tiene como aliados a los socialistas de Santa Fe (socios de Maximiliano Pullaro en el gobierno provincial) y a Rogelio Frigerio.
Esa es la base en la que busca expandir su figura. La encuesta de la Universidad de San Andrés causó euforia entre los schiarettistas, siempre pacatos: lo ubicó como el mejor dirigente no libertario, detrás de Milei, Villarruel y Bullrich, y por encima de Macri, Kicillof y Rodríguez Larreta. El 80% de los que votaron a Schiaretti el año pasado está en contra del rumbo del Gobierno de Milei.
El plan de Schiaretti alambra al actual mandamás provincial, Martín Llaryora, a quien no le queda otra que suspender cualquier iniciativa nacional para retener Córdoba en 2027. El Gobernador ya mueve algunas piezas y espera desarmar la alianza entre Juez-De Loredo, mientras tira la zanahoria del modelo bipartidista para aislar al carismático senador de sus socios radicales.