En un escenario de fuerte corrida contra el peso, el tipo de cambio ilegal quedó ayer a un paso de tocar los $ 500 en la city porteña y en Córdoba alcanzó esa cifra para la venta, por lo que el ministro de Economía, Sergio Massa, decidió intervenir con todas las herramientas a su alcance. Sin embargo, a pesar de la fuerte venta de bonos y reservas, no se pudo impedir que la divisa en el mercado marginal opere al cierre a $ 495, 33 pesos por encima de la jornada anterior.
Fue por orden de Massa que el Banco Central (BCRA) incumplió el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) e intervino pasado el mediodía para calmar los dólares financieros. Tras ello, el titular de Hacienda salió a confirmar que se encuentra renegociando el anticipo de nuevos desembolsos con el organismo internacional, que también habló de modificaciones en el programa con la Argentina.
En el marco de una agitada jornada, Massa utilizó sus redes sociales para advertir: “Vamos a usar toda las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina”.
Además, el jefe del Palacio de Hacienda anunció una investigación judicial sobre presuntas maniobras especulativas, e incluso a la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) enviaron inspectores a una compañía especializada en ofrecer productos en el mercado financiero, que hace 60 días había sido denunciada por la compra de bonos donde se presumían maniobras irregulares.
“Paralelamente vamos a seguir con los acuerdos de (organismos) multilaterales, exportadores con transformación de exportaciones a yuanes y el acuerdo de desembolso con el FMI para refortalecer las reservas que por el impacto de la sequía se vieron perjudicadas”. Es decir, dinero del Fondo, del Banco Mundial, del BID, del nuevo banco de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) o del swap de monedas con el banco central chino.
En concreto, lo que busca Massa es un “shock de dólares”, entre otras cosas, porque la cosecha de soja y maíz, de la que depende la economía argentina, aportará esta vez un tercio menos de granos que el año pasado por la sequía (unos US$ 21.000 millones menos).
Durante la jornada, la brecha entre el llamado dólar “blue” y el tipo de cambio oficial llegó al 123,2%, el mayor nivel desde agosto de 2022, en una rueda en la que las cuevas porteñas realizaron pocas operaciones recién después del mediodía y en algunas provincias el informal alcanzó a cotizar en los $ 505.
Así, la depreciación diaria del peso fue de las más fuertes en nueve meses y la diferencia con el retrasado cambio oficial de los más altos desde agosto último.
Por su parte, el dólar MEP (Mercado Electrónico de Pagos), legal y que se consigue en el mercado local también trepó y luego descendió, a $ 447,50, un 0,3% respecto del lunes. Al contado con liquidación (CCL), otro modo legal de hacerse de la divisa pero en el exterior, avanzó 0,8% a $ 466,08. El oficial se mantuvo estable en $ 226,50, 0,2% arriba, lo que implicó, al cierre de la jornada, una brecha cambiaria del 119%.
En este contexto, el BCRA terminó la rueda con compras por US$ 41 millones, menos del 50% del aporte del dólar soja, que ayer alcanzó los US$ 61,186 millones.
Fernández culpó a “la derecha” por la tensión financiera
El presidente Alberto Fernández advirtió ayer sobre la “práctica permanente de la derecha argentina de instalar rumores por la mañana y retirar sus rentabilidades del mercado cambiario cuando termina el día”, y ratificó a Miguel Pesce en el Banco Central.
“Asistimos a una práctica permanente de la derecha argentina. Primero instalan rumores a la mañana, luego operan durante todo el día y cuando termina la tarde, retiran su rentabilidad del mercado cambiario y lastiman el ahorro de las argentinas y argentinos”, sostuvo el Presidente en la Casa Rosada, en el marco de la declaración que brindó junto a su par de Rumania, Klaus Iohannis, tras una reunión bilateral.
“Muy preocupados por la fragilidad económica” en JxC
Juntos por el Cambio analizó la situación del país y advirtió sobre la “fragilidad económica”, al mismo tiempo que anticipó que pedirá reuniones con sectores como la CGT y la UIA.
Lo hizo en una reunión con la presencia de los presidentes de la UCR, Gerardo Morales; de la Coalición Cívica-ARI, Maximiliano Ferraro; y de Encuentro Republicano Federal, Miguel Ángel Pichetto.
En tanto, el titular interino del PRO, Federico Angelini, se sumó a través de videollamada. A través de un comunicado, los opositores se manifestaron “muy preocupados por la fragilidad económica de la Argentina, la situación del Gobierno y la falta de apego a la realidad por parte del Presidente”.