La causa por presunto espionaje ilegal desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Cambiemos se reactivó ayer con la citación como testigos de Mariano Macri, hermano del ex presidente Mauricio Macri, el diputado nacional Diego Santilli y un pedido de informes a la oficina de escuchas telefónicas que depende de la Corte Suprema de Justicia.
La decisión fue del juez Marcelo Martínez De Giorgi, quien ordenó una batería de medidas de prueba en la causa, entre ellas las citaciones a declaración testimonial de Mariano Macri, Santilli, del juez de La Plata Luis Carzoglio, de la actual interventora de la AFI, Cristina Caamaño, y del ex funcionario del macrismo José Luis Vila.
Las audiencias se programaron para marzo próximo. Martínez De Giorgi quedó a cargo del caso luego que la Cámara Federal de Casación resolvió el pase de la investigación desde la justicia de Lomas de Zamora a los tribunales porteños de Comodoro Py 2002.
Entre las nuevas medidas de prueba, pidió con carácter de “muy urgente” informes a la Dirección Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco) sobre la existencia de “un sistema de entrega de las llamadas interceptadas judicialmente” entre ese organismo y la AFI, como recientemente denunció Caamaño, quien aportó 105.000 escuchas de la era Cambiemos a la causa, que habían sido conservadas ilegalmente por el organismo.
Por lo demás, la expectativa se centra en la declaración de Mariano Macri, quien en el libro “Hermano”, de Santiago O’Donnell, habla del padecimiento que vivió la familia por el espionaje practicado por su hermano Mauricio desde el Gobierno porteño sobre Florencia Macri -hermana menor- y su pareja Salvatore Pica.