En el marco de la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional el presidente Alberto Fernández, realizó diversos anuncios y tocó diferentes puntos referidos a la situación actual de país.
Uno de sus anuncios fue que China ampliará el swap de monedas que firmó con la Argentina para fortalecer las reservas: “Ayer he recibido la confirmación del gobierno Chino de que han accedido a nuestro pedido de ampliación y uso del Swap en función de lo expresado en la declaración conjunta que firmáramos en mi visita oficial”.
“China siempre nos ha apoyado en los momentos difíciles, y confiamos en que pronto tendremos la autorización técnica correspondiente. Con ello también fortaleceremos la estabilidad cambiaria”, enfatizó el jefe de Estado.
Frente a la Asamblea Legislativa, Fernández tamnbién hizo referencia al entendimiento con el FMI y sin brindar detalles, dijo: “Aún hoy seguimos negociando aspectos vinculados a la formalización de ese acuerdo que confío concluir a la brevedad”.
También, volvió a cuestionar al préstamo que el Fondo Monetario otorgó al ex presidente Mauricio Macri en 2018: señaló que ese dinero “no fortaleció las reservas del Banco Central porque fue enteramente utilizado para pagar deuda externa insostenible y financiar la fuga de capitales. No quedó nada del dinero recibido en Argentina. Ni un puente ni una carretera”.
“Sólo nos quedó una deuda externa impagable. Los compromisos asumidos en 2018 eran definitivamente incumplibles teniendo en consideración el desmadre que la economía mostraba”, se quejó.
En esa línea resaltó que, en cambio, el acuerdo “sobre el marco de políticas económicas” que se anunció a fines de enero último «es el mejor acuerdo que el Gobierno de la Argentina podía conseguir».
El jefe de Estado garantizó que el nuevo acuerdo “no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el Gobierno anterior”, añadió: “Es una refinanciación de aquél préstamo que nos permite no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos. Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de 4 años y medio».
“Es un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa”, remarcó. «Seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social”. Y resaltó: “Seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social”.
Por otro lado, Fernández descartó este martes que busque impulsar una reforma previsional y otra laboral, por entender que los derechos de quienes trabajan y de los jubilados “no pueden ser alterados en su perjuicio”.
“No habrá una reforma previsional. La edad jubilatoria no será alterada. Jubilarse es un derecho y se debe respetar a rajatabla. Si por el motivo que fuere una persona deseara continuar trabajando después de cumplir la edad que establece la ley, nadie, en principio, debería obligarla a retirarse», señaló el jefe de Estado.
Con relación a la reforma laboral, consideró que «los derechos de quienes trabajan no pueden ser alterados en su perjuicio. La justicia social jamás puede ser objeto de una negociación. El futuro de los argentinos y argentinas que trabajan lo hemos defendido y lo vamos a defender de manera inclaudicable».
Por otra parte, Fernández dijo en la Asamblea Legislativa que la inflación “es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento y, sin ninguna duda, es también la principal preocupación y el principal desafío del Gobierno”.
“Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente. Con los gravísimos problemas que arrastraba la economía argentina, que se vieron agravados en la pandemia, y con esa costumbre seriamente arraigada en muchos sectores de remarcar precios por las dudas, no logramos reducir la muy alta inflación que heredamos», enfatizó.
También destacó que el país atraviesa una recuperación «generalizada y federal», que fue posible por «el alto nivel de protección que logramos con la vacunación y porque el Estado cuidó a las empresas en la Argentina».
Fernández hizo referencia, además, a la economía popular, y resaltó que es necesario “avanzar en su productividad y crecimiento construyendo nuevas generaciones de derechos” dotándola de créditos para que la producción impulse hacia arriba a los sectores más postergados. Debemos facilitar que el Estado compre sus insumos y haga partícipes a las cooperativas de trabajo en las pequeñas obras públicas que el Estado realiza”, subrayó.
Al mismo tiempo, consideró necesario «impulsar su inclusión a través de un monotributo productivo que simplifique su formalización».
En otro orden, el primer mandatario garantizó que “se acabaron los tarifazos”, y señaló que solo el 10% de la población de mayor capacidad económica que está beneficiado con subsidios en las facturas de luz y gas dejará de percibirlos.
El jefe de Estado señaló que, en materia energética: “Vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos de gas y electricidad”.
Para el resto de los usuarios, la decisión será, según dijo Fernández: “Inspirarnos en la Ley 27.443 votada en 2018 y vetada por el entonces presidente Mauricio Macri”. Esa normativa establecía que las tarifas solo podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial.
“Lo que nosotros haremos será utilizar ese mismo indicador, pero estableciendo que la evolución de las tarifas estará claramente por debajo de la evolución de los salarios. Así, alineamos el tema de las tarifas con una política clara para recomponer los ingresos en términos reales”, resaltó.
El PRO se retiró del recinto
En un momento determinado el discurso del presidente Alberto Fernández se vió interrumpido por los gritos de parte de la oposición, lo que generó la salida del PRO del recinto, en rechazo a las palabras del mandatario nacional.
El jefe de Estado hablaba del acuerdo del ex presidente Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la denuncia que él realizó el año pasado ante la Justicia para que se investigue si existió un delito cuando la oposición comenzó a los gritos y abucheos.
Las cámaras oficiales de la transmisión en cadena nacional enfocaban a los tres jueces de la Corte Suprema que estaban en el recinto de Diputados, Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, y a los referentes opositores que comenzaban a levantarse de sus bancas.
“Yo no miento Alfredo, me conocés”, le dijo Fernández al senador radical Afredo Cornejo, que le había lanzado segundos antes: “Sos un mentiroso”.
Los cruces se dieron también entre los legisladores, ya que ante los gritos del macrista Fernando Iglesias, la senadora Juliana Di Tullio le retrucó: “Calláte la boca”.
Pese a que todos cuestionaron al Presidente, finalmente solo se levantaron los referentes del PRO y se retiraron del recinto, dejando gran parte de las bancas vacías, las mismas que habían poblado con banderas con los colores de Ucrania.
Pero no todos eligieron irse, ya que siguieron en sus lugares todos los radicales, incluido Cornejo, y el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, y todos sus legisladores.