El presidente Alberto Fernández pidió ayer un “rechazo global” a los “discursos extremistas y violentos” que buscan “erosionar” a las sociedades y a la democracia, al hablar por primera vez de manera presencial en la 77° Asamblea General de la ONU que se realiza en Nueva York.
El mandatario argentino inició su discurso con una referencia al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, al agradecer la “solidaridad que Argentina ha recibido del mundo entero” y alertar que el atentado “no sólo afectó la tranquilidad pública” sino que “también buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida”, en referencia a la recuperación de la democracia.
“Muchas veces en la historia los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias”, advirtió Fernández, quien indicó que “pueblos enteros sucumbieron detrás de esos profetas del odio”. “Estoy seguro de que la violencia fascista que se disfraza de republicanismo no conseguirá cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina”, apostó y consideró que, “aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron tierra fértil para sembrar el sentimiento antipolítico en nuestras sociedades”.
“Guardar silencio ante semejante evidencia puede conducirnos a poner en crisis el mismo Estado de Derecho”, destacó y aseguró que “quienes buscan debilitar y erosionar a las democracias tienen intereses específicos que los llevan a promover la polarización extrema. No aceptemos resignados esa situación. Generemos un enérgico rechazo global a quienes promueven la división en nuestras comunidades”.
Por otro lado, Fernández agradeció “a todos los Estados miembros por haber confiado en la Argentina para ejercer la presidencia del Consejo de Derechos Humanos durante este año” y bregó por “imponer el diálogo y recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania”.
“Las naciones endeudadas padecen más”
Uno de los temas que ocupó el discurso del mandatario argentino fue el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda externa adquirida por la gestión de Mauricio Macri.
Tras agradecer a “todos los Estados” que apoyaron al país “en el complejo proceso de renegociación”, alertó que “las naciones endeudadas padecen mucho más los efectos del sistema establecido” en el mundo que provoca desigualdades.
“Nuestros criterios son conocidos: responden a lo dispuesto por esta Asamblea General en la Resolución 69/319 de 2015, cuando dispuso que las reestructuraciones de las deudas soberanas deben hacerse promoviendo el crecimiento sostenido e inclusivo, minimizando los costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos”, subrayó Fernández; a la vez que reclamó “diferenciar las responsabilidades” de los países en la crisis climática del mundo, al pedir “aliviar en la emergencia el esfuerzo de quienes no fueron culpables”.