El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que América Latina es una «zona de paz donde los conflictos los resolvemos conversando», llamó a «poner en valor el diálogo» y pidió «ponernos muy duros con los violentos y los cultores del odio».
Así lo aseveró al hablar en la inauguración de la sesión plenaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) que sesiona hoy en el Centro Cultural Kirchner.
«Llamo a la reflexión a mi continente. No quiero que en ningún lado no se respete la democracia ni el veredicto popular ni se tergiversen los procesos electorales que están en marcha», dijo Fernández en referencia al proceso electoral en Brasil y la situación de las democracias en la región.
En esa línea, el mandatario -que ejerce la presidencia pro témpore de la Celac- expresó que «América Latina fue recuperando, poco a poco, el valor de la democracia y de sus instituciones» y recordó que «sufrimos mucho el día que, en Bolivia, un golpe de Estado impidió que Evo Morales asuma la presidencia que había ganado».
Además, Fernández consideró que tras la pandemia quedó un mundo «muy complejo» por una enfermedad que «arrastró la vida de millones de seres humanos». Como experiencia de la pandemia, el jefe de Estado indicó que «nos vimos obligados a repensar muchas cosas» y, entre ellas, el rol del Estado y el de la salud pública.
«Vivimos la década del liberalismo en los ’90 y la permanente irrupción de sectores liberales en nuestros gobiernos entramos en una enorme crisis cuando observamos la importancia de la salud pública en momentos tan críticos como nos tocó vivir en la pandemia».
En este punto, puso de relieve que la pandemia «dejó al descubierto la injusticia del mundo» y la «injusticia del sistema internacional».
Ejemplifico al respecto que en pandemia «datos estadísticos indican que la mortalidad en los países pobres fue cuatro veces superior a la de los países desarrollados y eso solo habla de la desigualdad».
«Otro momento -apuntó- fue cuando la vacuna se desarrolló y había que distribuirla y ahí descubrimos que el 90% de las vacunas estaban en manos del 10% de la población y el 90% de la población mundial deambulaba por el mundo buscando una vacuna».
Por eso, Fernández exclamó: «Esto hay que cambiarlo y si no vamos a seguir girando en círculos».
Al respecto, Fernández observó que América Latina es el «el continente más desigual del mundo» y donde la «brecha que divide a los ricos de los pobres es más amplia».
En otro pasaje de su discurso, sostuvo que la Unión Europea «tiene un rol central que por ahí no perciben» y, en ese aspecto, consideró que «si el mundo ha vivido mal por muchos años fue el producto de una bipolaridad entre dos potencias y lo que no debemos permitir es que una nueva bipolaridad se instale en el mundo».
El Presidente enfatizó que la invasión de Rusia a Ucrania «es una guerra que rompe con los principios elementales» de las Naciones Unidas, «la integridad territorial» y la «solución pacífica de los conflictos».
«Lo cierto es estos no son los mejores tiempos que nos ha tocado pero puede ser una gran oportunidad para cambiar esto. El mundo ya no necesita más guerras y es demasiado el dolor que hay en el mundo», expuso.
«Allá en el norte se disparan misiles y acá en el sur pasamos hambre. Allá en el norte se disputan el gas, pero acá en el sur nos falta la energía para poder desarrollarnos. Entendamos bien desde dónde partimos y el momento que vivimos. Hay dos mundos y la brecha entre ellos es muy grande», apuntó.
Más adelante, Fernández afirmó que «somos grandes promotores del cambio climático y la lucha por restaurar las condiciones climáticas del mundo y somos lo que menos hicimos por dañar el contexto climático global y a la hora de pagar pagamos como si fuésemos culpables».
Al dirigir su mirada a los representantes de la UE en las deliberaciones, el presidente expresó. «Europa tiene que ayudarnos a poder conseguir el desarrollo porque si no todo encuentro será una quimera inútil».
«Tengo mucho optimismo porque si América Latina tiene que tener un socio ese socio es Europa», subrayó el jefe de Estado, sostuvo.
Acerca del futuro, Fernández puso énfasis en sostener que «no estamos condenados a ser la economía primera a la que nos quieren condenar» sino a bregar por la «industrialización». Por eso, instó a «poner en valor el diálogo» y planteó «entender que lo que cada uno de nosotros tiene que hacer es construir puentes y no muros, construir puentes, como dice el papa Francisco».
«Nadie se va a salvar solo. América Latina es una zona de paz, acá los conflictos los resolvemos conversando», amplió al respecto.