La tensión política generada por el ataque que sufrió el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, en una protesta por el crimen del colectivero Daniel Barrientos escaló a nuevos niveles ayer luego de que el propio funcionario pusiera en duda los móviles del asesinato y denunciara la presencia de “infiltrados” y de “agitadores del PRO” en la manifestación de choferes que lo agredió.
“No puede ser que la única metodología sea agitar. Ayer había agitadores del PRO que los tenemos recontra conocidos. Había infiltrados del PRO, y Patricia Bullrich es parte de ese sector. Que se hagan responsables. Cuando llegué al lugar había actores que ya los conozco”, aseguró Berni en declaraciones radiales, donde puso en duda el asesinato del colectivero cometido el lunes a la madrugada en Virrey del Pino (La Matanza).
“No fue lo habitual, no quiero naturalizar. Por lo general los delitos tienen patrones que coinciden (…). No es frecuente que un auto cruce a las 4 de la mañana a un colectivo que no tiene plata y que los ladrones no se lleven nada”, argumentó Berni, quien alertó que “no sé si nos tiraron un muerto, pero no voy a parar hasta encontrar a los responsables” y reclamó que “la Justicia ponga fiscales que investiguen”.
El propio ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio, se sumó a las teorías conspirativas al afirmar que “media hora antes” de que Berni llegara al lugar de la protesta y fuera recibido entre insultos y piñas, él estuvo “charlando en buenos términos con delegados y choferes”. “Evidentemente hubo algo organizado esperándolo a Berni”, afirmó D’Onofrio.
Por lo pronto, la justicia federal recibió una denuncia penal para que se investigue el ataque contra Berni, presentada por la abogada Valeria Carreras, quien sospecha que las agresiones no fueron parte de “un accionar espontáneo, ni nacido del dolor de haber perdido un compañero de trabajo en un hecho de inseguridad”, sino que obedecen “a un plan de acción sincronizado”.
La abogada incluso pidió que se investigue si existe un vínculo entre los agresores y la presidenta del PRO y ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, puesto que “los autores materiales de los golpes y la arenga que incitó a la violencia serían de su espacio político”, en referencia al PRO. La denuncia quedó radicada en el juzgado federal 9 que subroga la jueza María Eugenia Capuchetti, que también está a cargo de la investigación del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Las diferencias alcanzaron también a la relación con el Gobierno nacional, cuyo ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, salió a asegurar que Berni “nunca pidió un efectivo” de las Fuerzas Federales para el Conurbano bonaerense; mientras que la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, advirtió que la seguridad en territorio bonaerense es “responsabilidad” del gobernador Axel Kicillof, en medio del reclamo de la Provincia para que envíen gendarmes al conurbano.
Detuvieron a otro sospechoso del crimen
Un joven fue detenido ayer como sospechoso de haber participado en el crimen del chofer Daniel Barrientos, asesinado anteayer de un disparo en el pecho durante un asalto al colectivo de la línea 620 que conducía, por lo que ya son dos los apresados por el hecho; mientras que los familiares de la víctima rechazaron la hipótesis de un crimen vinculado a la política e insistieron en que fue por “inseguridad”.
Fuentes policiales y judiciales confirmaron que el nuevo detenido fue identificado como Gabriel Alejandro Barone (24), quien fue apresado durante un allanamiento realizado en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere.
La sospecha de los investigadores es que este hombre participó de manera directa en el crimen y que es familiar de Alex Gabriel Barone (19), el primer detenido por el hecho, quien anteayer fue reconocido por una testigo.
A su vez, el abogado de la familia del chofer, Alfonso Franze, afirmó que “no fue un hecho político (…) no tiene una circunstancia rara. Esto es lo que sucede todos los días en La Matanza. Hay una cuestión de inseguridad de la que somos víctimas diariamente. Nuestros barrios están al desamparo”.
Bullrich rechazó la “teoría conspirativa” del funcionario
La titular del PRO y precandidata a presidenta, Patricia Bullrich, aseguró ayer que el ministro de Seguridad Sergio Berni debería “asumir la responsabilidad” por la crisis de inseguridad en la provincia de Buenos Aires en lugar de apelar a “teorías conspirativas” para explicar el ataque en su contra.
“Conmigo no, Berni”, replicó Bullrich ante las acusaciones de que “agitadores del PRO” estuvieron en la protesta, y enfatizó que “la verdad es la verdad. No hay teoría conspirativa. La verdad es la angustia, es la muerte de un colectivero”.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño y también precandidato presidencial del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, intentó mantenerse al margen de las polémicas pero destacó “el accionar de la Policía (porteña). Las declaraciones de Berni no son un tema, hay que terminar con eso. Valoro el trabajo de la Policía, lo salvó al señor Berni”, enfatizó Larreta.
“Las imágenes son contundentes. La Policía de la Ciudad lo salvó de una situación muy violenta y grave; y él en vez de agradecer con humildad, quiere putear al ministro” de seguridad porteño, Eugenio Burzaco, afirmó respecto de Berni.