La irrupción en la escena mediática del ex presidente Mauricio Macri, quien volvió a amagar con postularse como candidato presidencial, agitó el tablero de Juntos por el Cambio (JxC), donde los tiempos electorales rumbo a 2023 ya se adelantaron.
Por ejemplo, la actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se apuró a autopostularse al sillón de Rivadavia con fuertes críticas a otro competidor interno, el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Horacio está enojado conmigo, le salió una competidora”, consideró la presidenta del PRO en una entrevista, donde ratificó su aspiración presidencial al sostener que “yo estoy para cambiar el país”.
“La relación ha dejado de fluir, fluye menos. Tampoco me quiero detener mucho en pensar qué le pasó a Horacio y por qué tiene una relación más cortada conmigo”, señaló Bullrich al admitir su distanciamiento del alcalde porteño, a la vez que manifestó que “Horacio tiene una idea más de negociar que de enfrentar. Ese camino es el de mantener las cosas como están”, advirtió y consideró que “el cambio tiene que ser más disruptivo y de shock”.
Por otro lado, el gobernador de Jujuy y titular de la UCR, Gerardo Morales, salió a distanciarse de Macri, quien el viernes reivindicó la gestión del ex presidente Carlos Menem.
“Desde el radicalismo no estamos de acuerdo con reivindicar estas políticas neoliberales”, aseveró Morales, quien consideró que “Macri está en estado puro. Macri también es un líder, es jefe del PRO, no de Juntos por el Cambio y esto es lo que genera ruido. No hay jefes en el radicalismo, yo soy el presidente pero nosotros tenemos liderazgos horizontales”.
Macri había resaltado la presidencia de Menem al señalar que “había resuelto los problemas de la grieta en Argentina” y considerar que “cada día va a estar más reivindicado con el paso del tiempo”.