La Cámara de Diputados sesiona para discutir la reforma del Impuesto a las Ganancias que impulsa el candidato presidencial de Unión por la Patria y ministro de Economía, Sergio Massa, en medio de la campaña electoral.
La sesión especial convocada por el oficialismo comenzó a las 13:13, cuando el bloque que lidera Germán Martínez consiguió reunir el quórum con el acompañamiento de diputados de la oposición. Se espera un extenso debate y Juntos por el Cambio ya adelantó que votará en contra de la norma.
El proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias apunta a que los cambios puedan implementarse a partir del 2024 y, entre otras cuestiones, busca la eliminación de la cuarta categoría del gravamen y la creación, en reemplazo, de un impuesto cedular que fija el pago del tributo únicamente para los ingresos superiores a 15 salarios mínimos mensuales, que hoy representan más de $1.770.000, pero llegaría a $2.000.000 con el ajuste que se debatirá la semana próxima en la reunión del Consejo del Salario.
Ese nuevo gravamen tendrá una alícuota progresiva sobre el excedente, que va de 27% a 35%, y que se actualizará con el valor del salario mínimo dos veces por año.
Así, sólo pagarán Ganancias 88.000 contribuyentes, menos del 1% del total de las remuneraciones, jubilaciones y pensiones, de acuerdo con los cálculos oficiales.
El proyecto no incluye a cargos de alta responsabilidad en empresas, como directores de sociedades anónimas, CEOs, gerentes y subgerentes. También se excluyen las pensiones de privilegio y funcionarios políticos.
Para los empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados que vivan en las provincias de La Pampa, Río Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido bonaerense de Patagones, habrá un tratamiento especial.
Uno de los primeros diputados en tomar la palabra una vez iniciada la sesión fue el oficialista Carlos Heller, quien defendió el proyecto para reformar Ganancias: «Las políticas públicas deben apuntar a que los que más tienen aporten para resolver la situación de los que menos tienen. Es un proyecto virtuoso», dijo.
Por su parte, el opositor Luciano Laspina, de JxC, criticó la medida por «electoralista» y sostuvo que «la campaña electoral de Massa es la más cara del mundo», en referencia a su costo fiscal, en tanto que señaló que por la emisión se pone en marcha al país hacia «una hiperinflación».
El también economista definió esta clase de medidas como las de «un Gobierno en retirada», detalló que «es una ley que beneficia a 800 mil tipos, y perjudica a 47 millones de argentinos poniendo al país al borde de la hiperinflación».
Además consideró que el proyecto «es una conseción a los jerarcas sindicales», mientras que agregó: «Lo que estamos votando es inmoral».
Poco después, su par de Unión por la Patria, Sergio Palazzo, de extracción sindical ya que lidera el gremio Asociación Bancaria, reividicó el proyecto y le contestó a Laspina por lo que dijo de la campaña de Massa.
«La de Massa no es la campaña más cara del mundo, la de Macri fue la mas cara porque había 43 mil millones de dólares en las reservas y cuando se fue dejaron 23 mil», sostuvo el gremialista.
Y agregó: «Celebro ser del espacio político que va a lograr lo que el ex presidente Macri incumplió, que es que ningún trabajador pague Ganancias. Veo que algunos están preocupados por el impacto fiscal. ¿Eso es porque es para los trabajadores? Porque no estaban tan preocupados cuando bajaban las retenciones».
A su turno, el diputado y candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, adelantó su voto a favor del proyecto impulsado por Massa, al señalar que «los impuestos son un robo y cualquier iniciativa que conste de bajarlos voy a estar de acuerdo».
«Los impuestos son una rémora de la esclavitud, bajarlos es devolver libertad a los ciudadanos. Es un delirio descomunal tratar al salario como ganacia, es inmundo, y tiene que ser eliminado», insistió el libertario.
Sobre el contexto en el que se presenta este proyecto, Milei agregó que el Gobierno «va intentar sacar un rédito electoral, van a creer que la gente es tonta, es subestimada por la casta política, pero está reaccionando y entendiendo de que se trata esto».