Pese a los intentos del presidente Alberto Fernández de bajar los decibeles, la interna del Frente de Todos (FdT) no tiene fin: esta vez, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de Buenos Aires, Andrés “El Cuervo” Larroque, salió a embestir contra el jefe de Estado al asegurar que “hay un nivel de ingratitud muy grande” en el gobierno nacional y repudiar que “quiera gobernar con cinco amigos”.
La aprobación del acuerdo por el Fondo Monetario Internacional (FMI) estuvo lejos de calmar los ánimos en el llamado “kirchnerismo duro”, que salió a responder los pedidos de concordia del “albertismo” con nuevas críticas por su aislamiento en la negociación. Lo hizo de boca del líder de La Cámpora, quien ayer cuestionó duramente la gestión de Alberto Fernández al considerar que “no tiene en cuenta a Cristina Kirchner” en la toma de decisiones.
“Tenemos que estar a la altura, tener grandeza. El Presidente, como sus laderos o personas de mayor confianza, deben salir del laberinto en que se metieron respecto a creer que el enemigo es Cristina o el sector que ella representa”, disparó el dirigente, quien aseguró que el verdadero “enemigo es el FMI”, junto con otros intereses externos que “han puesto un cepo” a la democracia argentina. Si bien el funcionario admitió que la interna dentro del FdT le “duele mucho”, también destacó que “si la unidad se transforma en un cepo en términos de debate y de propuestas, estamos en problemas”.
Larroque pidió “no tenerle miedo al debate, resolver rápido, hablando de frente, dejando las chiquilinadas” y cuestionó a los ministros cercanos al Presidente, a los que los definió de “laderos” y “amigos”. “Nos quieren poner el mote de sectarios, cuando los sectarios son los que quieren gobernar con cinco amigos”, definió.
“Queremos que exista el frente. No hay una institucionalidad del FdT, no hay una mesa, ámbitos visibles, no se sabe dónde se discute. No creo que los off sean el ámbito pertinente para discutir en el seno de una fuerza política que tiene la responsabilidad de gobernar”, insistió el funcionario, quien criticó la labor del ministro de Economía, Martín Guzmán, en la negociación con el FMI, al acusarlo de querer “humanizar” al organismo.
“El FMI viene por el peronismo. Estuvimos dos años tratando de humanizar al FMI, ese fue el error del ministro de Economía y llegamos a esta situación que es muy difícil”, señaló y reclamó dirimir las diferencias internas para resolver los problemas de la sociedad y tener una “alternativa” en las presidenciales de 2023.
“Necesitamos el Alberto previo a las Paso de 2019, después hubo una situación a partir del resultado y de cómo de alguna manera los oropeles de la cercanía del poder, escenarios que se fueron configurando y un alza positiva de la imagen del Gobierno generan contextos que acercan la tentación de creer que esto no se construyó entre todos”, concluyó.
La respuesta llegó del propio presidente Fernández, quien por la noche consideró que “claro que tenemos miradas distintas en el FdT, desde el primer día lo sabemos: lo que tenemos que hacer es convivir con esas miradas distintas”. Sin embargo, en una entrevista en la Tv pública aclaró que “hemos hablado y dialogado permanentemente, a veces uno tiene que tomar decisiones que puede que no le gusten a todos”, en referencia al acuerdo con el FMI, que consideró “para mí es un tema que terminado: los argentinos me eligieron para que decida y yo decidí”.
“Yo creo que la unidad es una condición necesaria para hacer frente a una derecha que existe, que la vemos todos los días. Dice lo mismo que dice Wall Street, nos reclaman lo mismo que nos reclama Wall Street. Yo pregunto a los argentinos si ¿quieren volver a esto? (…) Porque ya lo vivimos: fue la convertibilidad mantenida durante 10 años. Yo no quiero volver a eso y estoy seguro que nadie en el frente lo quiere”, enfatizó. “Yo voy a hacer todo lo que pueda hacer para que el FdT siga trabajando unido”, ratificó el Presidente, quien consideró que “es un tema que sabremos resolver” porque “estoy seguro que nadie quiere romper”.
Reclamo por Isabel
Un día después del Día de la Memoria, la Confederación General del Trabajo (CGT) le reclamó al presidente Alberto Fernández la colocación del busto de María Estela Martínez de Perón en el “hall de honor” de la Casa Rosada junto a las figuras del resto de los mandatarios.
Se trata de un pedido de larga data que se actualiza en la actualidad en plena división del peronismo.En una carta del 25 de marzo, la CGT reclamó al jefe de Estado que instale el busto para “contribuir a la verdad y justicia de quien ha sido y continúa siendo objeto de oprobio, indiferencia y mutismo”.
Bonafini, dura
La fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, renovó sus críticas contra Alberto Fernández, luego de mostrarse en la semana junto a Cristina Kirchner.
“El Presidente mintió tanto que ahora nos mienten sus ministros”, afirmó la dirigente en referencia a la anunciada “guerra contra la inflación” y cuestionó la dirección de su gestión, que no atiende “la pobreza que indigna”.
Incluso, pidió un paro general “para que el Presidente sepa quién hace el país”, ya que consideró que Fernández “eligió quedarse con los ricos”.