Con los reclamos de los gobernadores provinciales por una distribución equitativa de los fondos públicos de contexto, el gobierno nacional convocó a su par de la Capital Federal a una mesa de diálogo -que tendrá su primera reunión la próxima semana – para discutir una quita de subsidios a 32 líneas de colectivos de la ciudad porteña, que por año demandan 14.600 millones de pesos.
Se trata de una discusión de larga data que se relaciona directamente con el ordenamiento federal de Argentina posterior a 1996, tras la reforma Constitucional de 1994, cuando el distrito comenzó a asumir su autonomía. Hasta entonces, la vieja Capital Federal dependía de la órbita nacional, al punto que su Intendente era designado por el Presidente. Hoy, la realidad es completamente diferente y en enero de 2012 la Nación dispuso el traspaso a la Ciudad de la responsabilidad de regulación de los subterráneos, formalizado en la ley 26.740.
El artículo 2 de la norma establece que “corresponde a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ejercer en forma exclusiva la competencia y fiscalización de los servicios públicos de transporte de pasajeros, a nivel subterráneos y premetro; de transporte automotor y de tranvía cuya prestación corresponda al territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Sin embargo, a diez años de la sanción de la ley, los colectivos porteños siguen bajo la jurisdicción nacional con un fuerte desembolso de dinero en subsidios que es cuestionado por resto de las provincias. De hecho, la Legislatura cordobesa reclamó recientemente que se le quiten unos 13.000 millones de pesos en subsidios destinados al transporte a la Capital Federal, lo que disparó la convocatoria de la Nación al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta para la próxima semana.
Sin embargo, la convocatoria desató una nueva polémica con el intendente porteño, cuya respuesta fue funesta: calificó a la medida como “otro embate a la Ciudad y su autonomía” del gobierno nacional. “Ya sucedió con el recorte de la coparticipación, que hoy lo estamos reclamando en la Corte Suprema, es otra vez el Gobierno nacional yendo contra la Ciudad de Buenos Aires. En realidad es contra los ciudadanos, contra millones de argentinos que todos los días circulan por la Ciudad”, dijo Rodríguez Larreta, quien insistió en que “quitarle el subsidio al transporte es otro embate del Gobierno nacional contra la Ciudad y su autonomía”.
Luego, el ministro de Gobierno porteño Jorge Macri aseguró que “si el gobierno nacional retira el subsidio va a tener un impacto en el costo del boleto por decisión del gobierno nacional”. El traspaso de los colectivos “esconde una voluntad concreta del Gobierno nacional de subir las tarifas”, aseveró Macri, quien denunció una “motivación política” en la medida.
La respuesta vino del ministro de Transporte, Alexis Guerrera, quien planteó que “la propia ciudad de Buenos Aires asumió en la ley 26.740 que tiene competencias en lo que hace al transporte automotor de pasajeros, eso queremos discutir”, a la vez que consideró que la Nación quiere “dar una discusión mucho más profunda” que la quita de subsidios, que apunta a un ordenamiento federal del país.
“Con 22 gobernadores que nos plantean la asimetría en las tarifas, ¿esto es un embate o es ir en la búsqueda de un país federal?”, preguntó el ministro. “Sería importante que el jefe de Gobierno porteño no defienda la autonomía solamente cuando se trata de los beneficios, sino que la defienda también cuando se trata de las responsabilidades”, criticó luego la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
En busca de la equidad distributiva
El gobierno nacional envió una convocatoria al de la Ciudad de Buenos Aires para formar una mesa de diálogo donde quiere discutir el costo de los subsidios a 32 líneas de colectivos que el año pasado fue de alrededor de 14.600 millones de pesos.
Según el ministerio de Transporte de la Nación, ese monto se distribuirá en el resto de las provincias “con equidad federal”, un reclamo que hicieron varios mandatarios provinciales como el cordobés Juan Schiaretti o el santafecino Omar Perotti ante la disparidad en las tarifas: mientras el boleto mínimo cuesta 18 pesos en CABA y el conurbano bonaerense, en Córdoba, Rosario, Corrientes, Mar del Plata o Bariloche está entre 60 y 70 pesos.