El gobierno nacional se encuentra imbuido en una curiosa iniciativa: garantizarse el respaldo del propio Frente de Todos (FdT) al acuerdo que se negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras el sacudón político que produjo la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de diputados oficialistas.
“Estoy convencido de que la propuesta planteada por el Presidente para empezar a salir del gravísimo endeudamiento contraído por (Mauricio) Macri va a contar con el respaldo parlamentario necesario”, salió a aseverar ayer Germán Martínez, el flamante presidente del bloque del FdT de la Cámara Baja y encargado de recabar apoyo a la iniciativa en las filas del kirchnerismo. Si bien Martínez aseveró que “no hay que ponerse ansiosos por el ‘poroteo’ de los votos (…), ya que todavía falta mucho para la votación”; lo cierto es que el Ejecutivo redobló las presiones para alinear a la tropa propia.
Los gobernadores peronistas anticiparon que sus legisladores acompañarán el acuerdo con el FMI, aunque están preocupados por la interna oficial, que agiganta su incertidumbre. Ocurre que los mandatarios también saben que el acuerdo podría implicar ajustes de partidas que podrían alcanzarlos a ellos, en especial porque no hay ley de Presupuesto. “Hay expresiones que son preocupantes, como las que plantean que se modificará el acuerdo en el Congreso; es necesario urgente una reunión de bloque”, reclamó un gobernador en la prensa porteña.
El fin de semana, organizaciones que integran el FdT realizaron un plenario en el partido bonaerense de San Martín y afirmaron que “la deuda la tienen que pagar quienes la fugaron, no el pueblo”. “Hay 100 grupos económicos que fugaron USD 27.000 millones del préstamo tomado por Macri”, señalaron en un comunicado, donde manifestaron que “a ellos hay que exigirles que se hagan cargo de la parte que le corresponde”.
El día anterior, desde Rusia, el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, había salido a defender nuevamente el acuerdo al aseverar que sin él Argentina tendrá “menos dólares, menos actividad y menos empleo y más inflación”. “Nadie en nuestra fuerza política está alegre con tener al FMI en la Argentina, pero es una realidad. Lo trajo el gobierno anterior y está toda esa deuda. Elegimos la alternativa más razonable; el acuerdo era lo más sano para el país”, insistió Guzmán.
Por lo pronto, los últimos números del “poroteo” revelados por las fuentes oficiales indican que dos tercios del bloque oficial va a apoyar el acuerdo con el Fondo. “Estamos en un piso de 80 diputados y cerca de los 90 votos a favor”, deslizó un funcionario, lo que implicaría que el rechazo de La Cámpora estaría hoy por encima de los 20 votos.
Carrió llamó a apoyar el entendimiento
La ex diputada Elisa Carrió (Juntos por el Cambio) salió a sentar postura sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en un mensaje con resonancias internas, aseveró que se debe “acompañar y discutir” la propuesta.
“Se deben honrar las deudas porque es lo que corresponde. No acordar sería la bancarrota”, aseveró la líder de la Coalición Cívica, quien consideró que “es posible que no se produzcan grandes mejoras en la economía luego de acordar, pero estaríamos evitando males mayores como el aislamiento internacional y la parálisis productiva”.
“Tenemos el deber inexcusable de evitar que seamos una nación inviable”, enfatizó en un mensaje dirigido a las posiciones en pugna en JxC, y afirmó que “la teoría de que ‘cuanto peor, mejor´, solo le sirve a unos pocos oportunistas y castiga a los sectores medios y bajos”.