A una semana del inicio de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires, que marcará el regreso de Brasil y Luiz Inácio Lula da Silva al foro regional, se siguen sumando malas noticias. Ocurre que los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso; de México, Andrés Manuel López Obrador; y de Nicaragua, Daniel Ortega, no participarán del encuentro que encabezará el presidente Alberto Fernández el 24 de enero.
El último anuncio fue del mandatario ecuatoriano, quien ayer adujo “motivos de agenda” para ausentarse de la cita, según confirmaron fuentes del gobierno argentino. Lasso se sumó así al presidente mexicano y a su par nicaragüense, entre otros faltazos que prometen resentir la cita regional.
Si bien AMLO no suele salir de su país, lo cierto es que Fernández generó el año pasado una inédita tensión con su aliado regional por la candidatura a la dirección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que finalmente quedó en manos del brasileño Ilan Goldfajn tras un acuerdo de Argentina con Estados Unidos, Canadá y Brasil.
Si bien nuestro país había presentado a Cecilia Todesca como candidata, luego cedió a favor del postulante brasileño, dejando huérfano a México que había propuesto a Gerardo Esquivel para la competencia –quien apenas reunió el 6,8% de los votos-. Esas diferencias resintieron el vínculo de Fernández con López Obrador, quien enviará un claro mensaje con su ausencia en Buenos Aires.
A su vez, la relación con Ecuador se vio afectada por el pedido de asilo político en Argentina de la ex ministra de Rafael Correa, María de los Ángeles Duarte Pesantes, condenada a 8 años por corrupción en el país del norte. Duarte Pesantes se encuentra en la embajada de Argentina en Quito desde agosto de 2020, tras una causa por corrupción que el correismo denuncia parte del “lawfare” en su contra.
Como ambos países adhirieron a la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, la Cancillería argentina solicitó asilo a favor de Duarte y pidió una reunión de técnicos de ambos países para resolver los tiempos y la forma en que le permitirían abandonar la embajada en Quito para volar a Buenos Aires. Pero Lasso se niega a respetar la medida, por lo que su ausencia en la cumbre no será sorpresa para nadie. En su lugar, enviará al canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín.
Tampoco sorprenderá el faltazo de Ortega, oveja negra regional que no es bienvenida prácticamente en ningún país americano, como tampoco de la jefa de Estado de Perú, Dina Boluarte, que atraviesa una fuerte crisis de legitimidad por el origen de su gestión que la puede sacar del Gobierno en cualquier momento. No obstante, las ausencias resentirán la cumbre, que también podría sufrir un desplante del mandatario chino, Xi Jinping, y de su par norteamericano, Joe Biden, quienes fueron invitados excepcionalmente por Fernández pero aún no confirmaron su presencia.
Lula Da Silva y Díaz-Canel, confirmados
Pese a la crisis política que vive Brasil, el presidente Luis Inacio Lula da Silva Lula se comunicó en los últimos días con Alberto Fernández para confirmar su participación en la cumbre.
Ambos mandatarios se mantuvieron en contacto desde que empezaron los violentos disturbios provocados por miles de personas que simpatizan con Jair Bolsonaro y que destruyeron las instalaciones de diversos edificios públicos como la sede del gobierno de Planalto, en Brasilia, para intentar un golpe de Estado.
Ayer, la Cancillería recibió otra buena noticia con la confirmación del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el primero de los mandatarios del “eje bolivariano” en asegurar su presencia en la cumbre de Buenos Aires.
La Celac agrupa a prácticamente todos los miembros de la OEA con excepción de Estados Unidos y Canadá, aunque incluye a Cuba. Fue una iniciativa del propio Lula da Silva cuando se creó en 2010 con el objetivos de promover el diálogo político, la concertación y la cooperación regional.