Pese al optimismo oficial y a las negociaciones fabriles encaradas en los últimos días, el debate por la Ley ómnibus volvió a complicarse en las últimas horas. Ocurre que, por segunda vez en menos de una semana, ocho gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) se reunieron ayer vía Zoom con los representantes de los bloques “dialoguistas” para plantearles una condición inamovible para lograr su apoyo: que el Gobierno saque las retenciones a las economías regionales de la ley.
La cumbre reunió a los gobernadores de JxC con un grupo de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), el PRO y Hacemos Coalición Federal (HCF). Estuvieron presentes los mandatarios Leandro Zdero (Chaco), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Jorge Macri (CABA), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy), Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis). En representación de los legisladores estuvieron Cristian Ritondo (PRO), Rodrigo De Loredo (UCR), Alejandro Cacace (UCR), Miguel Ángel Pichetto y Nicolás Massot de Hacemos Coalición Federal. Entre los tres interbloques llegan a 94 diputados que, si suman a los aliados de Innovación Federal, garantizan superar los 100 escaños, necesarios para que Milei alcance la aprobación de la ley (pues él tiene una bancada de apenas 38 diputados).
En la cumbre, los gobernadores plantearon sus diferencias con el proyecto, especialmente las retenciones a las economías regionales. Se trata de un impuesto que apunta directamente a una de las principales producciones de las provincias, que además no es coparticipable: es decir, es un gravamen que recauda la Nación sin necesidad de devolver nada a los distritos.
Por esta razón, si bien hay diferencias entre ellos, los gobernadores llegaron a algunos acuerdos: no aceptarán la suba de retenciones e insistirán con la reversión de los cambios en el pago del impuesto a las Ganancias, que había decidido en octubre el gobierno de Alberto Fernández, como condición para respaldar la norma. También acompañaron el planteo de la Ciudad de Buenos Aires sobre fallo de la Corte Suprema que obliga al Gobierno a devolver fondos coparticipables.
Como alternativa, proponen que el Gobierno avance sobre los gastos tributarios de más de 4,5% del producto que agrupan más de 30 tratamientos particulares de exenciones, subsidios y regímenes especiales impositivos que podrían ser utilizados como mecanismos de compensación a las provincias, tal como había propuesto el ex candidato y ex ministro Sergio Massa.
El problema es que Milei necesita de las retenciones para ajustar cerca de 2% del Producto Interno Bruto (PIB) con el foco puesto en alcanzar el superávit primario que exigió el FMI. Además, ese esquema tributario le da a Milei poder de fuego para disciplinar a los gobernadores y lograr que acompañen su gestión, con el manejo discrecional del dinero recaudado por retenciones.
Menem: “No vamos a negociar nada”
El oficialismo buscará cerrar hoy un acuerdo en la Cámara de Diputados con los bloques opositores dialoguistas sobre las reformas que se incorporarán al proyecto de ley “Bases”, para posibilitar así mañana la firma de un dictamen común y tratar de aprobar la iniciativa entre el jueves y el sábado próximos, en una sesión maratónica que podría ser la más larga de la historia parlamentaria.
Las negociaciones son encaradas por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem (La Libertad Avanza), quien ayer intentó mostrar optimismo al aseverar que “todo indicaría que el martes habrá un dictamen de mayoría”.
Sin embargo, aclaró que el oficialismo “no va a negociar nada” en el Congreso “que ponga en juego la libertad de los argentinos”, aunque aceptó que “cada bloque tiene su pertenencia ideológica, sus recetas y maneras de ver la realidad”.