El Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba lanzó un plan de lucha con el objetivo de resistir lo que considera sería “una nueva ofensiva del directorio de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) ordenada por el gobierno de Córdoba, que avanza con el desmantelamiento de los sectores de trabajo y una nueva ola de persecución a delegados, a quienes pretende quitarles la tutela sindical para dejarlos cesantes”.
La medida de fuerza se iniciará hoy con un quite de tareas a partir de las 11 horas en el interior provincial y desde las 11:30 en nuestra ciudad. Al mismo tiempo, durante la presente jornada tiene previsto llevar a cabo una movilización por el centro de esta capital, en horas del mediodía.
En una conferencia de prensa que tuvo lugar en la sede gremial de la calle Deán Funes, el secretario general de dicha organización, Gabriel Suárez, pidió “respeto a la libre actividad sindical; cese de la violencia laboral; respeto al convenio colectivo de trabajo; y el ingreso de personal por bolsa de trabajo”.
En la ocasión, los integrantes de la conducción lucifuercista alertaron que se estarían profundizando “las políticas de vaciamiento aplicadas desde 2018, causando el desmantelamiento de sectores estratégicos y el vaciamiento técnico-operativo de Epec”. “Esto se implementa a través de una doble operatoria que incluye un aumento cada vez mayor de las tercerizaciones, en simultáneo con el vaciamiento operativo de los sectores, mediante la apertura a la Pasividad Voluntaria Anticipada (PVA)”, reveló el gremio.
Al respecto, agregó que viene denunciando “el impacto de las tercerizaciones en cuanto a la calidad del servicio, en tanto áreas completas de trabajo han sido entregadas a los privados y esto indefectiblemente precariza el servicio, a lo que se suma el sobrecosto que significa pagar los trabajos tercerizados, cuando hay trabajadores propios de la Epec que son los calificados para realizar estas tareas”.
Además, advirtió “irregularidades en las concesiones a los privados, con escasa transparencia en las contrataciones frente a la ciudadanía, incluyendo empresas fantasmas”. “El vaciamiento y las tareas dadas a los terceros atentan contra la calidad del servicio, de lo que hay sobradas muestras en todo el país, puesto que la tercerización masiva genera la desintegración del trabajo”, explicó.
A continuación, el sindicato aseguró que “la apertura a la PVA persigue deliberadamente vaciar de personal técnico calificado las estructuras de plantel de los sectores de trabajo, lo que abre la puerta a mayor tercerización y profundiza la privatización sectorizada que viene sufriendo Epec. Asimismo, al vaciar los planteles básicos pretenden flexibilizar hacia dentro los sectores de trabajo y bajar lo que ellos consideran costo laboral”.
Por tales motivos, Luz y Fuerza exigió el “ingreso de personal genuino que recomponga la capacidad operativa de Epec, respetando la Bolsa de Trabajo Sindical establecida en el convenio colectivo de trabajo 165/75 que tiene plena vigencia y que la empresa incumple ilegalmente. Además, los hijos de nuestros compañeros fallecidos en actividad deben ingresar de inmediato, sin más dilaciones”.
Finalmente, el gremio dio cuenta que “desde que se inició este conflicto, los trabajadores de Epec hemos sido blanco de todo tipo de atropellos y sistemática violencia laboral por parte de los directivos de la empresa: traslados compulsivos, sanciones arbitrarias como forma de castigo a quienes se involucran en la lucha del gremio, amenazas, intimidaciones continuas, y presencia permanente de personal policial en el edificio central”.
“A esto se suma la persecución a dirigentes y delegados sindicales, sin respetar la tutela sindical, pretendiendo dejarlos cesantes, y el entorpecimiento permanente de la actividad sindical, trabando la realización de asambleas e impidiendo el ingreso del Consejo Directivo a las dependencias de la empresa”, concluyó.