La subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, cerró ayer su visita a la Argentina con una serie de reuniones donde intentó monitorear el avance del programa económico del gobierno de Javier Milei, con quien dialogó sobre la posibilidad de modificar el acuerdo vigente y obtener un nuevo desembolso, después del aprobado el 31 de enero pasado, cuando la Argentina recibió US$ 4.700 millones.
El encuentro se celebró al mediodía en la Casa Rosada y formó parte de una serie de reuniones que Gopinath mantuvo “con funcionarios del Gobierno y otras personas a fin de conocer los difíciles retos económicos y sociales de Argentina, así como su enorme potencial”, según señaló el FMI a través de X. Tras el encuentro, la funcionaria del organismo aseguró que mantuvo una “excelente y sustantiva reunión con el presidente Milei sobre la mejor manera de hacer avanzar al país”.
Luego de entrevistarse al mediodía con Milei, la representante del FMI se reunió en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, con quienes dialogó sobre “el avance positivo” que registra el programa económico, así como el “intenso trabajo encarado junto con el presidente Milei para el desarrollo del país”, según informó este último.
El Gobierno busca un refuerzo a su plan de estabilización ante las dudas que hay en el mercado sobre la posibilidad de que sostenga el tipo de cambio oficial corriendo al 2% mensual, sin bruscas devaluaciones. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, rechazó el miércoles a la noche que analizaran una nueva devaluación: “No está en nuestros planes”, remarcó. También, reveló que el Gobierno planteó la posibilidad de negociar un nuevo programa, diferente al actual, que incluya desembolsos adicionales y aseguró que el organismo multilateral está dispuesto. “Ellos pusieron la posibilidad en carpeta de un nuevo acuerdo, nosotros también estudiamos alternativas y hablamos sobre un nuevo acuerdo, para ver si hay algo mejor para los argentinos”, dijo Caputo, aunque aclaró que “no es que vamos a hacerlo, sino que vamos a estudiarlo”.
Lo cierto es que el FMI también está preocupado por la sostenibilidad política y social del programa de Milei, ante sus consecuencias en el campo popular. Por esa razón, la misión del organismo se reunió también con sectores sindicales, empresarios y economistas de la oposición, donde pudo sondear las características de la crisis y el ajuste. Ayer mismo, tras los encuentros oficiales, Gopinath se reunió también con un grupo de economistas de la oposición, que le plantearon sus dudas sobre el futuro del programa y cuestionaron el plan de dolarización de la economía, según informó Infobae. “Los economistas le expresaron que el ajuste fiscal ha tenido un efecto positivo sobre la inercia inflacionaria, pero un freno fuerte sobre el nivel de actividad. En particular, castigó a las jubilaciones y a los sectores no formales, que ya habían perdido frente a la suba de los ingresos en 2022 y 2023”, amplió el portal porteño.
Fuertes advertencias de la CGT
Como parte de su auditoría, la misión del FMI que encabeza Gita Gopinath recibió ayer a un enviado de la CGT para escuchar sin intermediarios la postura de los gremios sobre el curso de la economía.
Se trata del jefe de la Uocra y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, quien le expresó a Gopinath la “preocupación de la central obrera por la situación socio económica del país y el impacto del programa oficial”.
Integrante del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Martínez sostuvo luego que hasta ahora sólo se observa “un megaajuste fiscal y que no existe una política de ingresos del Gobierno, lo que impacta en el nivel de actividad”.
Martínez añadió que para cumplir con las metas del FMI “es preciso generar políticas de inversión productiva para producir ingresos y crecimiento económico en general”. “De lo contrario, no será posible cumplir esas metas, por lo que es urgente la convocatoria a una mesa de diálogo político para debatir esos temas y alcanzar consensos a fin de poner en marcha un verdadero plan de estabilización. Hasta ahora solo se benefició el sector financiero, mientras el peso del ajuste recae sobre los sectores del trabajo, la clase media y los asalariados en general”, completó.