El gobernador electo, Martín Llaryora, está muy cerca de resolver la designación de Juan Pablo Quinteros, actual concejal opositor, a cargo de Seguridad de la Provincia desde el próximo 10 de diciembre, una fuerte apuesta en una de las prioridades que tendrá la gestión. Resta definir si será ministro o secretario. Quinteros analizó con Llaryora detalles de su incorporación al esquema. El edil aguarda el regreso al país del futuro mandatario provincial para los detalles finales. Eso ocurrirá recién hacia fines de la semana próxima.
El trazo grueso del plan de seguridad estaría definido: habrá una fuerte inversión en equipamiento de seguridad y comisarías, incorporación de personal y la puesta en marcha del plan de seguridad ciudadana articulado a través de los municipios. También está en carpeta la incorporación de civiles y una mayor coordinación con las agencias de seguridad privadas, anticipó el diario La Voz del Interior.
¿Cómo se gestó la llegada de Quinteros?
Llaryora puso en la mira a Quinteros durante la campaña municipal, cuando el concejal presentó un novedoso plan de policía municipal, en el que contó con el asesoramiento técnico de Miguel Robles, ex subsecretario de Seguridad de la Nación, y el acompañamiento personal de Soledad Laciar, la madre de Blas Correas.
En el esquema del próximo gobernador ponderan respecto del perfil de Quinteros: tiene amplia experiencia política, se destacó en todos los roles que cumplió como funcionario, mantiene intacta su relación personal con Luis Juez –a quien consideran el jefe de la oposición–, y por haber pertenecido durante una década al Poder Judicial, mantiene con fiscales de su misma camada trato cotidiano. Eso son los principales activos de quien ocuparía la cartera más caliente de cualquier gobierno.
Hay otras cuestiones que también pesaron a su favor: por su origen peronista, tiene viejos amigos de militancia que ahora reportan a Llaryora, a quien conoció cuando asumió su primera banca de concejal en San Francisco. Luego, cuando el gobernador electo fue vicegobernador, fortalecieron la relación: Quinteros era el vicepresidente de la Legislatura y su despacho estaba en la planta baja, mientras que el de Llaryora en el piso superior, a unos escalones de distancia.
Desde hace semanas, en total hermetismo, Quinteros trabaja coordinando acciones con el equipo que elabora los cambios legales en materia de seguridad y que conduce el politólogo y sociólogo José Emilio Graglia. Habría modificaciones al andamiaje técnico-legal de la Policía, paso necesario para instrumentar las reformas hacia dentro de la fuerza, y también de fondo, acorde a las ideas que quiere poner en marcha el gobernador electo.
En ese sentido, se anticipan cambios en la estructura de la comandancia policial, pero sobre todo una fuerte inversión en tecnología, con el uso de cámaras. En su campaña, Quinteros había hablado de “cambiar el paradigma” de la seguridad en Córdoba y apostar a la “ciencia de los datos” aplicados a la prevención, conceptos muy similares a los usados por Llaryora.
“No esperen un anuncio respecto de cómo va a funcionar la prevención, porque eso sería darle pista a la delincuencia de qué vamos a hacer. Queremos mostrar resultados”, dijo una persona que participa de esas reuniones técnicas en las que se dan las últimas puntadas al plan de seguridad.
La principal innovación sería un esquema que integre los distintos sistemas, públicos y privados, cada uno en su rol, pero actuando de manera coordinada.
El Presupuesto 2024 es un reflejo de la importancia que tendrá Seguridad en la próxima gestión: el incremento es de casi 150 por ciento respecto del monto que se ejecutará este año. El programa Seguridad Ciudadana, que es la base operativa de la Policía, pasará de los actuales 141 mil millones de pesos a los 355 mil millones.
¿Quién es Quinteros?
El grueso de su carrera política Quinteros la transitó en cargos legislativos –fue legislador y concejal– y de control, como vocal del Ersep. Antes, durante la gestión de Luis Juez, había tenido a su cargo el programa Vale lo Nuestro. Con Daniel Giacomino ocupó por algún tiempo la subsecretaría de Desarrollo Social. Quinteros fue uno de los primeros juecistas y uno de los fundadores del Partido Nuevo.
Hasta marzo de 2019, cuando detonó Cambiemos y la oposición le regaló al peronismo aquella elección doble, se mantuvo junto a Juez. Entonces, renunció a su banca en la Legislatura y lanzó su proyecto político personal. En ese marco, formalizó su alianza con Aurelio García Elorrio, con quien trabajaba en tándem en la Legislatura, sobre todo en denuncias contra el Gobierno provincial. Este año se lanzó con su propio espacio. Por un puñado de votos no fue elegido concejal para un nuevo período en la elección de junio.
Paradójicamente, esa derrota le abrió la puerta para ocupar el cargo de mayor responsabilidad en su vida política: el del ministro con incidencia sobre una de las principales demandas de la sociedad cordobesa: la seguridad.