La primera reunión de Gabinete en seis meses tuvo ayer como contexto una de las crisis más profundas y extensas del Frente de Todos, que hacen crujir a la coalición gobernante, a un año y medio de las próximas elecciones presidenciales. Según fuentes oficiales, la reunión que encabezó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, fue amena y durante las casi dos horas que duró cada uno de los ministros hizo una síntesis de las políticas y resultados de su área.
Sobre el final, de acuerdo a lo expresado por un asistente al encuentro, el jefe de ministros advirtió que el que no esté de acuerdo con las políticas implementadas por el presidente Alberto Fernández tiene la puerta abierta para irse. “En su discurso final, Manzur dijo que hay que mostrar, que la política es ésta y que al que no le gusta, que se vaya”, reconstruyó un funcionario presente en la reunión sobre lo dicho por el tucumano.
Tras el encuentro, del que no participó el jefe de Estado, allegados al mandatario reiteraron que no habrá cambios en el Gabinete, más allá de las críticas del kirchnerismo más duro. Por caso, en el inicio de la reunión y a modo de demostrar que tienen el respaldo de Fernández, hablaron el ministro de Economía, Martín Guzmán; el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el de Trabajo, Claudio Moroni, los tres funcionarios que habían sido apuntados por los referentes de La Cámpora, Máximo Kirchner y Andrés Larroque, como los responsables de la marcha económica.
“La reunión fue muy amena. Cada una de las ministras y los ministros son expertos en sus temáticas. Y todo lo que hablamos fue positivo (…) Tenemos claro el norte y a donde uno tiene que ir”, resumió Manzur durante la conferencia de prensa posterior al encuentro. “Dentro de nuestro espacio hay visiones distintas que las respetamos, pero nosotros vamos a seguir la dinámica de impulsar la gestión a diario”, continuó el jefe de Gabinete, acompañado del jefe del ministro de Defensa, Jorge Taiana; su par de Salud, Carla Vizotti, y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti. Luego Manzur trató de bajar el tono de la discusión interna: “No odiamos a nadie”, aseguró. Minutos antes, había señalado que a “los funcionarios en el Poder Ejecutivo los define el Presidente”.
Puntos de acuerdo
El ex ministro de Defensa Agustín Rossi señaló ayer que no descarta “que se abran ventanas de oportunidad para generar puntos de acuerdo y consenso para 2023”, y consideró que es necesaria “la unidad que dé fortaleza a la gestión para enfrentar los desafíos que vienen”.
En declaraciones radiales, el ex funcionario y dirigente rosarino sostuvo que “en las próximas elecciones se va a discutir el sentido de la historia en los últimos 70 años” y mientras “la derecha va a decir que la situación es culpa del peronismo”, el oficialismo va a “decir lo contrario”.
“A golpe de tuits”
El diputado radical Mario Negri alertó que Cristina Kirchner se dedica a “demoler” el gobierno de Alberto Fernández a “golpe de tuits”, en referencia a las últimas publicaciones que realizó la vicepresidenta en sus redes sociales, en medio de la interna oficialista.
Además, acusó a Andrés “Cuervo” Larroque de “desnudar al rey” por sus críticas al mandatario. “La verdad es que a golpe de tuit, la vicepresidenta demuele a un Gobierno que por supuesto es débil y no tiene rumbo”, repitió Negri durante una entrevista.
Massa equilibra en Diputados y en la cúpula del FdT
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, decidió unificar las sesiones especiales que habían sido pedidas para hoy por la oposición y el Frente de Todos. De esta forma, se convocó a un único debate para las 11.30, en el que se colocaron en el temario once iniciativas. Según la convocatoria, el proyecto de boleta única que impulsa la oposición fue colocado en el principio de la agenda, por lo que será discutido primero.
El presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, celebró la decisión de Massa y destacó que “primó la cordura”. La unificación se dio luego de que ayer la oposición le planteara el pedido formalmente al titular de la Cámara baja, tras la jugada del FdT que buscaba trabar ese debate.
La agenda de ayer de Massa tomó relevancia también ya que, en medio de la virulenta interna que atraviesa la cúpula del Ejecutivo, se encontró por la mañana con la Presidenta del Senado, Cristina Kirchner, y luego con el presidente Alberto Fernández, con quien almorzó durante más de una hora.
El contenido de ambos diálogos se mantuvo en reserva. Por estas horas, el líder del Frente Renovador intenta apaciguar los enfrentamientos entre sus dos socios del frente, luego de 48 horas con declaraciones cruzadas de alto voltaje.