El ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, le presentó el sábado último su renuncia al presidente Alberto Fernández. Lo hizo a través de una conversación telefónica que mantuvieron cerca del mediodía, e incluyó el envío, vía Whatsapp, de una carta con los argumentos. Horas más tarde, el titular de Hacienda formalizó públicamente su dimisión con un mensaje en su cuenta de Twitter, unos minutos después del arranque del acto de la vicepresidenta Cristina Fernández en Ensenada, mientras daba su discurso (ver aparte) y apuntaba una vez más contra la gestión del mandatario y su devenir económico.
El gesto –planificado- de Guzmán grafica las razones de su partida del Gabinete: por un lado, diferencias políticas con la vicepresidenta que, a su entender, trababan la gestión; y por un pedido, sin éxito, de tener más poder para correr del cargo a funcionarios que responden a CFK en el área de Energía, que le venían demorando la aplicación de los aumentos de tarifas y segmentación de subsidios. Un tema que era central en la gestión de economista, en línea con el cumplimiento de las metas con el Fondo Monetario (FMI).
Además de Guzmán, varios de sus más estrechos colaboradores presentaron su renuncia. Se trata de los secretarios Raúl Enrique Rigo, de Hacienda; Roberto Arias, de Política Tributaria y Fernando Morra, de Política Económica. A ellos, se sumaron los subsecretarios Financiamiento, Ramiro Tosi; de Relaciones Institucionales, Rodrigo Ruete; y de Programación Macroeconómica, Maximiliano Ramírez.
El alejamiento, consecuencia directa del diálogo roto en la cúpula presidencial, se produjo en un marco de inquietante inestabilidad financiera y escalada en los precios, lo que le agregó más dramatismo a la situación.
La vacancia en uno de los puestos centrales de la administración federal despertó automáticamente una frenética especulación sobre nombres y funciones. Desde el sábado por la noche, la Quinta presidencial de Olivos se convirtió en el epicentro de la política nacional.
Finalmente anoche, pasada las 22 y luego de una jornada frenética, se supo que Fernández designó a Silvina Batakis como nueva ministra de Economía (ver aparte). “El Presidente @alferdez designó a Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía. Batakis es una reconocida economista que cumplió esa función en la provincia de Buenos Aires entre 2011 y 2015”, informó por Twitter la vocera Presidencial, Gabriela Cerruti. Fernández lo resolvió luego de mantener reuniones durante todo el domingo para afinar junto a sus colaboradores más estrechos el rediseño del Gabinete nacional. De ese circuló participó el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, tercer socio de la coalición gobernante.
La designación de Batakis llegó luego de 30 horas atravesadas por llamados y que tuvo un momento clave en el diálogo telefónico que mantuvieron, pasada las 20, el jefe de Estado y la vicepresidenta Cristina Kirchner. Para que ello suceda Fernández decidió negociar una tregua con su compañera de fórmula. Insólito: para que ese contacto se concretara intercedió la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien por la tarde habló con el mandatario para gestionarlo.
El esperado intercambio entre el titular del Poder Ejecutivo y su vice contribuyó para que todos los sectores que integran el FdT estuvieran al tanto de las designaciones en análisis y de las medidas que podrían tomarse en las próximas horas.
Designaron a Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía
Silvina Aída Batakis, de 53 años y designada anoche ministra de Economía en reemplazo de Martín Guzmán, es economista, docente universitaria y hasta ayer se desempeñaba como secretaria de Provincias en el Ministerio del Interior. Batakis fue ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires entre 2011 y 2015, durante el segundo mandato de Daniel Scioli, aunque previamente ocupó diversos cargos en la administración pública bonaerense.
Nacida en la ciudad de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, se graduó como Licenciada en Economía (1993) y en máster en Finanzas Públicas en la Universidad Nacional de La Plata, además de haber realizado un máster en Economía Ambiental en la Universidad de York. Desde 1992 se desempeñó en diversos cargos en la administración pública bonaerense.
En 2015, la fueguina había sido elegida por Scioli para que fuera su ministra de Economía pero no pudo ser por la derrota electoral, ahora llegará a jefa del Palacio de Hacienda bajo el guiño de Cristina Kirchner.
En el peronismo le reconocen a Batakis medidas que tuvieron impacto en materia tributaria cuando fue ministra bonaerense: por ejemplo, el impuesto a la herencia, celebrado por el economista francés Thomas Picketty y la Ley de Revalúo Rural que mejoró los ingresos de la provincia.
Kirchner cruzó una vez más a Fernández desde un masivo acto
El 48º aniversario de la muerte del ex presidente Juan Domingo Perón fue motivo para exhibir, una vez más, la ruptura de la dupla presidencial. A la vez, fue el inesperado contexto en el cual se desencadenó la mayor crisis política de gobierno que mantiene en vilo al Frente de Todos, tras la renuncia de Martín Guzmán.
El viernes último, y después de varias idas y vueltas, el presidente Alberto Fernández finalmente fue el orador del acto de la CGT, desde donde llamó a recordar las enseñanzas de Perón y su “mensaje de unidad” durante la última presidencia, a la vez que sostuvo que él prefería “persuadir” en lugar de “imponer”.
Fue en respuesta a la vicepresidenta Cristina Kirchner, que en el acto de los 100 años de YPF le había dicho: “Te pido que uses la lapicera”. La confrontación escaló el sábado, cuando desde un acto en Ensenada Kirchner le retrucó que “a la gente hay que persuadirla con hechos”, también al citar Perón. “Perón cazó la lapicera y no la largó más. La usaba en función del pueblo”, remarcó la dirigente.
Luego se refirió a la polémica por los planes sociales, que generó muchas chispas dentro del Frente. “Están enfrentando a los pobres contra los pobres”, dijo en un claro mensaje hacia su espacio. En relación a la asistencia social, negó que esté a favor de eliminar los planes sociales y llamó a “reasignar los recursos más inteligentemente”.
En ese sentido, CFK reclamó “comenzar a discutir” la implementación de “un ingreso universal básico”, iniciativa impulsada por el Frente Patria Grande. “Si hay 7 millones de trabajadores informales, ¿por qué reciben solo un ingreso extra un 1.300.000?”, planteó la ex mandataria.