“Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de América Latina y el Caribe con un 9,9%. Es importante que consumamos alimentos saludables”, publicó anoche en Twitter la Organización Panamericana de la Salud, junto a un gráfico que muestra cómo las cifras se incrementaron en los últimos años.
Sumado a esta situación, un reciente estudio reveló que en los hogares argentinos se incrementó el consumo aparente de gaseosas y jugos en un 70 por ciento durante los últimos 20 años.En el país, la única fuente oficial sobre este tema realizó un estudio al respecto denominado “Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS)” hace siete años.
Según datos de la encuesta analizados por el Centro de Implementación de Políticas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), la malnutrición afecta diferencialmente a los niños y niñas de cero a cinco años, dependiendo de su nivel de ingreso: en hogares indigentes el 3,1 por ciento de los niños padece bajo peso y el 9,1 por ciento sobrepeso, mientras, en los hogares “no pobres”, un 1,5 por ciento tiene bajo peso y un 11,8 por ciento sufre obesidad.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación para 2012 (último dato disponible), el 30 por ciento de los niños y niñas de edad escolar tiene sobrepeso y el 6 por ciento, obesidad. En el mismo informe se afirma que el 50 por ciento consume dos o más bebidas azucaradas por día y que sólo un 17,6 por ciento consume cinco porciones diarias de frutas y verduras.
Unicef Argentina indica que a medida que aumenta la edad, la obesidad también se dispara entre los niños de 11 a 17 años de los hogares más pobres: tienen 31 por ciento más de probabilidad de ser obesos que los de hogares más aventajados en la escala social. “Entre los factores que explican esto se incluyen tanto el mayor consumo de macronutrientes y calorías vacías, como el menor acceso a oferta pública y accesible a espacios de recreación, lo que fomenta el sedentarismo entre los adolescentes”, justificó José Florito, coordinador del Programa de Protección Social de Cippec.
El consumo de bebidas azucaradas se viene incrementando de manera sostenida y representa una de las principales causas de la obesidad infantil. Nuestro país constituye uno de los principales consumidores a nivel mundial, con un promedio de 137 litros por persona por año, lo cual representa un aporte de 13 kilos de azúcar. En los hogares de la Argentina se incrementó el consumo de gaseosas y jugos en un 70% en los últimos 20 años, según un estudio de 2016.