Pablo Moreno aseguró que «la hipersensibilidad a medicamentos como una vacuna está considerada dentro de las reacciones adversas como una reacción impredecible» y que la población que podría estar afectada a las vacunas «sería un grupo pequeño de entre 1 al 4% de la población». Las alergias a los medicamentos es todo un capítulo dentro de lo que es esta enfermedad, explicó este especialista.
Puede haber alergia a una aspirina, un antibiótico o un antinflamatorio y las alergias pueden ser leves, moderadas a graves y dentro de estas últimas se encuentra la anafilaxia, cuya evolución puede ir desde una urticaria hasta aparición de pápulas diseminadas por todo el cuerpo, dificultades para hablar o respirar, shock de presión arterial y peligro de vida, agregó.
«Los alérgicos no conforman un grupo de riesgo para el Covid-19. Al principio de la pandemia se pensó que los que padecían asma bronquial lo eran, pero luego, con datos más certeros,se concluyó que un asma bronquial bien controlada, no es un factor que exacerba el coronavirus», indicó Moreno.
En el caso de los dos médicos del Reino Unido que tuvieron anafilaxia tras recibir una de las vacunas candidatas contra el coronavirus, consideró que puede ser que lo que haya desencadenado esa reacción «esté afuera de la vacuna, como un agente contaminante externo, como puede ser el látex, que está presente en los guantes que se usa para aplicar la vacuna o en el émbolo de la jeringa».
La AAAeIC recordó que «la hipersensibilidad a medicamentos como una vacuna está considerada dentro de las reacciones adversas como una reacción impredecible».
Las reacciones alérgicas ante cualquier tipo de medicamento, en este caso una vacuna, siempre ocurren en pacientes que presentan algún antecedente, por lo que «se debe ser cautos hasta no saber qué componentes» generan esas reacciones.
El titular de la AAAeIC explicó que la vacuna del Pfizer/Biontech contra el coronavirus «está hecha sobre un ARN recombinable, tampoco tiene proteínas como la vacuna de la gripe que sí puede generar esas reacciones, solo contiene sales y lípidos y eso en teoría no debería generar ninguna reacción alérgica, por lo que es un error infundir temor ya que no se puede generalizar hacia todas las alergias».
Una de las alergias más comunes es la rinitis -que en esta época del año es muy habitual por el polen- y el asma bronquial, pero «esta vacuna de Pfizer no especifica que está contraindicada contra esas dos enfermedades», detalló el profesional.
Si bien es difícil estimar que población estaría afectada por una reacción alérgica a estas vacunas porque se trata de un medicamento nuevo, Moreno destacó que «extrapolando los datos podemos decir que sería un grupo pequeño de entre 1 al 4% de la población».
Por ello, entre otras recomendaciones, dijo que es prudente «realizar un buen historial clínico y estudios alergológicos de los pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas severas para diagnosticar la causa, que puede no tener que ver de ninguna manera con la vacuna en cuestión».
Además de los medicamentos, otros agentes como las picaduras de abejas, rasguños de un animal, las plantas venenosas, el polen, el látex, las nueces y mariscos, el polvo, el moho o la caspa animal también son causantes de alergias.
En una persona con alergias, la respuesta inmunitaria es hipersensible, indicó el experto. Cuando el sistema inmunitario reconoce un alérgeno, libera una respuesta y se secretan químicos como las histaminas, los cuales provocan síntomas de alergias.