La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostuvo hoy que «no hay razón para no utilizar» la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca. Esta declaración surge tras la suspensión del uso de esta vacuna como medida de precaución en algunos países europeos.
Margaret Harris, una vocera del organismo sanitario de la ONU, insistió en una conferencia de prensa que «sí, deberíamos continuar utilizando la vacuna». Estas recomendaciones tienen lugar luego de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) pidió agregar alergias graves a la lista de posibles efectos secundarios de la dosis.
Asimismo, la vocera de la OMS subrayó que los expertos de la organización están estudiando la información sobre los coágulos pero que por el momento no se había establecido ninguna relación causal. «Cualquier alerta de seguridad debe ser investigada», subrayó la funcionaria, y luego agregó: «Siempre deben asegurarse de mirar todas las alertas de seguridad cuando se distribuyen las vacunas y tenemos que revisarlas, pero no hay ninguna indicación para no usarla».
Durante la jornada de ayer, países como Dinamarca, Islandia y Noruega habían anunciado la suspensión del uso del inoculante de AstraZeneca por la aparición de coágulos de sangre en personas inmunizadas. En tanto, Bulgaria tomó hoy la misma decisión «hasta que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) levante todas las dudas sobre su seguridad», dijo el primer ministro, Boyko Borisov.
No obstante, la misma EMA instó ayer a los países de la Unión Europea (UE) a avanzar con la aplicación de la vacuna de AstraZeneca, porque los beneficios continúan superando los riesgos”. Ya que, según informaron, sólo se señalaron hasta el martes último 22 casos de trombosis entre los tres millones de personas vacunadas en el bloque, así como en Noruega e Islandia, que participan en la estrategia común de vacunas.
Pero aunque aseguró que la vacuna es segura, la EMA también instó hoy a agregar las alergias graves a la lista de posibles efectos secundarios de AstraZeneca, por reacciones de este tipo detectadas en Reino Unido. En un comunicado, el ente asegura haber «recomendado una actualización de la información sobre el producto que incluya anafilaxia e hipersensibilidad [reacciones alérgicas] como efectos secundarios».
Esta recomendación «se basa en un examen de 41 posibles casos de anafilaxia observados en unas 5 millones de vacunaciones en Reino Unido», explicó la agencia, cuyo comité está encargado de evaluar los riesgos de los medicamentos.
Aún así, el ente precisó que la anafilaxia, o lo que llama «reacciones alérgicas graves», es ya un «efecto secundario conocido que puede producirse, de forma muy rara, con las vacunas».