Recientemente se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley nacional de detección precoz de la trombofilia, tratamiento adecuado y a tiempo y prevención de la trombosis para todas las personas con riesgo a padecerla, detectando al paciente de riesgo según sus antecedentes familiares trombóticos hasta el tercer grado de ascendencia tanto hombres como mujeres.
En este sentido y con la importancia que connota que se apruebe la iniciativa, opinó Ivana Arigos, presidenta de la Asociación Civil Trombofilia y Trombosis Argentina. Durante el embarazo es causante del 50% de los abortos recurrentes, provoca muerte intrauterina, desprendimientos de placenta, retardo del crecimiento fetal, preeclampsia y partos prematuros que, muchos de ellos no logran sobrevivir” alega la presidenta.
La trombofilia (hereditaria o adquirida) es un trastorno en la coagulación de la sangre que hace que las personas que la padecen, hombres y mujeres, coagulen demás siendo propensas a padecer una trombosis. Según la OMS una de cada cuatro personas muere en el mundo a causa de un ACV, una trombosis pulmonar o un infarto de miocardio en menores de 55 años.
La Asociación Civil Trombofilia y Trombosis Argentina presentó el 27 de mayo pasado, mediante el diputado nacional Juan Aicega, un proyecto de ley nacional de detección precoz de la trombofilia, tratamiento adecuado y a tiempo y prevención de la trombosis para todas las personas con riesgo a padecerlas, detectando al paciente de riesgo según sus antecedentes familiares trombóticos hasta el tercer grado de ascendencia tanto hombres como mujeres .
En este marco, por protocolo médico una mujer debe pasar por 3 pérdidas de embarazos o abortos recurrentes para que sea estudiada por trombofilia y así llegar a su diagnóstico y con él al tratamiento adecuado para lograr un embarazo a término.
Un estudio realizado por la Universidad Austral determinó que entre el 90/95% de los embarazos con diagnóstico y tratamiento llega a término, sin diagnóstico ni tratamiento solo el 5% logra hacerlo. Es decir que una mujer sin un diagnóstico precoz está condenada a perder su embarazo.
La Ley de 1000 días en su art. 23 habla de la mujer gestante con trombofilia y su asistencia, es decir, de una mujer (diagnosticada) que ya pasó al menos por 3 pérdidas de embarazos hasta tener su diagnóstico. Consideramos que esta ley nada trae de nuevo ni soluciona ninguna situación. También habla del diagnóstico por antecedentes obstétricos (pérdidas de embarazos) y antecedentes no obstétricos (antecedentes clínicos) como una trombosis.
Es decir que nuevamente se repite lo establecido en el protocolo médico actual tanto para acceder el diagnóstico como para acceder al tratamiento” afirma Arigos.
Consideramos absolutamente necesaria una ley que contemple el diagnóstico precoz no solo en el embarazo sino una ley justa e igualitaria que no deje fuera del diagnóstico a ninguna persona de riesgo de padecer trombofilia , para evitar las muertes precoces de hombres y mujeres, de niños por nacer y por la salud de nuestros niños y niñas que pudieron haber heredado esta condición” agrega.
Dada esta situación, la presidenta de la asociación pidió que se trate en el Congreso el proyecto de ley de detección oportuna de las trombofilias y prevención de la trombosis para todas las personas de riesgo a padecerlas.
La iniciativa se encuentra en la comisión de salud de la Cámara de Diputados a la espera de que sea puesta en agenda para su tratamiento. Realizamos una campaña nacional recaudando más de 45.000 firmas en www.change.org/Leydetrombofiliaytrombosis
Por el momento, en el país, la trombofilia no es considerada una enfermedad sino un trastorno en la coagulación en la sangre y recién cuando se produce el episodio clínico, la trombosis, ésta es considerada como tal. Por lo tanto la trombofilia no está incorporada en el Plan Médico Obligatorio.
Es urgente, es una cuestión de salud pública. La trombofilia traspasa cualquier política, religión y fronteras, como así también cualquier elección sexual. Te puede tocar a vos, a tus hijos, a tus padres o a tus hermanos. Necesitamos una política de salud pública preventiva y esta ley abre camino en esa dirección” concluye Arigos.