Ante la llegada del verano y la mayor actividad al aire libre, el cuidado de la piel es muy importante dado que es el órgano con mayor exposición al sol y por lo tanto el que más puede verse afectado.
El Ministerio de Salud brinda algunos recaudos a tener en cuenta, «no exponerse al sol entre las 10 y las 16 y, en caso de que sea necesario, utilizar protector solar de alto factor. Asimismo, antes y después de ese horario, también debe utilizarse protección».
Al respecto, se aconseja que, en lo posible, se elijan bloqueadores solares con factor mayor a 30, ya que los de menor graduación no tienen eficacia comprobada. En tanto, aquellos con factor 50 brindan mayor protección, sobre todo, para la zona de la cara, donde la piel es más fina y delicada.
«Es importante que protejan contra rayos UVA y UVB. Además, es necesario recordar que se deben reaplicar cada 2 o 3 horas, porque la transpiración y el contacto con el agua del mar, río o pileta disminuye su eficacia» agregaron.
Debe tenerse en cuenta que, en los días nublados, hay que protegerse de la misma manera porque los rayos UVB y UVA son igualmente perjudiciales y producen daños en la piel.
En personas adultas, si bien la exposición solar moderada suele aconsejarse porque incrementa los niveles de vitamina D, siempre deben respetarse los horarios indicados.
En relación a la hidratación, en épocas de intenso calor, se recomienda tomar una cantidad de agua mayor a los 2 litros. Estoporque, debido a la sudoración, se pierde agua y sales. También es bueno preparar la piel antes de tomar sol, hidratándola con cremas para luego colocar un protector solar.
Además, es importante el cuidado en la cabeza, sobre todo en personas con calvicie, usando gorras y colocando protector solar también en esa parte del cuerpo.
Una guía acerca del riesgo del horario para tomar sol es observar la sombra del cuerpo: no es apto exponerse cuando la sombra es más corta que el tamaño del cuerpo; cuando es igual o superior a su tamaño, ese es el momento ideal para tomar sol.
El cuidado de los niños
Los efectos causados por las radiaciones ultravioletas son acumulativos a lo largo de toda la vida y puede producir daños de distinto grado, como quemaduras e incluso cáncer de piel, por lo tanto, es importante comenzar con los cuidados en la infancia y sostenerlos en cada etapa.
Se recomienda que los niños y niñas no sean expuestos al sol antes de los 2 años de edad. En caso de hacerlo bajo una sombrilla o a la sombra, se debe tener en cuenta que el agua y la arena reflejan los rayos del sol, por lo que en estos casos también es importante respetar los horarios seguros.
También a esta edad resulta fundamental la hidratación: es fundamental ofrecerles agua cada cierto tiempo, aunque no la pidan. Además, es importante el uso de gorros y remeras protectoras UV, así como también la utilización de protectores solares con medios físicos (con óxido de zinc y titanio), que cuentan con doble protección, química y física, aplicándolos de manera generosa, cubriendo toda la piel expuesta, sin olvidar las orejas, el cuello, los pies y el dorso de las manos, aún cuando esté nublado.
Consulta médica
Es recomendable realizar controles con un/a profesional de dermatología al menos una vez al año a partir de septiembre, antes de una mayor exposición al sol; con el objetivo de prevenir lesiones, principalmente para quienes presenten lunares, manchas, o algún tipo de afección en la piel.
Además, el o la profesional indicarán el tipo de protector solar adecuado para cada caso particular.
Ante algunos de los siguientes síntomas: fiebre, sed intensa, sensación de calor sofocante, piel seca, mareos o desmayos, dolor de estómago, falta de apetito y náuseas, dolor de cabeza y desorientación se debe acudir a consulta médica de manera inmediata.