“Es cierto, estuvo un poco demorada la confección de las mesas, pero es habitual”, indicó la secretaria electoral y añadió que los comicios se realizaron con “absoluta normalidad”, por lo que descartó incidentes en los 1.200 colegios. Sin embargo, desde el radicalismo indicaron que “hubo más problemas que anteriores elecciones con la apertura de las mesas”, ya que en algunos lugares se abrieron a las 10 de la mañana.
También hubo cuestionamientos porque no se previó un sistema de votación para las personas no videntes, como en las recientes elecciones para gobernador de la Provincia en mayo pasado, donde se dispusieron boletas con el sistema de braille en todas las urnas para propiciar el derecho a voto de los ciegos.
Por su parte, el Frente de Todos denunció durante el transcurso del comicio que había “boletas cortadas” en los cuartos oscuros, así como también “robo de boletas”, aunque las acusaciones no pasaron a mayores: pese a que el apoderado del partido, Martín Fresneda, había anticipado que realizaría una presentación ante la Justicia Electoral, dicha denuncia no llevó a cabo.
Pese a que no se definían candidaturas de importancia, las primarias registraron por lo demás una alta participación en Córdoba: según los datos del escrutinio final, un 72,2% de los cordobeses habilitados a votar concurrió a las urnas, lo que equivale a 2.074.724 votantes de 2.873.383 electores en las mesas computadas.