La medida de fuerza fue resuelta tras una asamblea que llevaron a cabo este lunes los trabajadores, lo que generó que más de 70 vuelos fueran cancelados en el Aeropuerto de Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano.
De todas maneras, una importante cantidad de esos vuelos fue cancelado al mediodía por las lluvias que cayeron en la Ciudad y el Conurbano. La medida de fuerza arrancará a las 0:00 del sábado y finalizará a las 23:59 del domingo.
«Asambleas de pilotos de Austral y Aerolíneas Argentinas iniciadas este mediodía ya provocaron la cancelación de 45 vuelos de ambas empresas, afectando a más de 4.700 pasajeros. A las complicaciones derivadas de esta medida de fuerza se suman los inconvenientes provocados por el alerta meteorológico que rigió al mediodía en Aeroparque», sostuvo Aerolíneas Argentinas en un comunicado.
Sin embargo, la continuidad de las asambleas por la tarde afectaron a más de 70 vuelos y el número de pasajeros superaba los 8.000.
Por su parte, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) que encabeza Juan Pablo Brey, denunció ayer «el atraso en las paritarias de los tripulantes de cabina en Aerolíneas Argentinas y Austral y la falta de convocatoria a una mesa de negociación salarial».
«Teniendo en cuenta los acuerdos parciales de enero y junio, se nos adeuda la inflación del semestre abril-octubre, junto con una compensación por la enorme demora de la paritaria. La aerolínea se encuentra hoy a la deriva, sin conducción, y con autoridades incapaces no sólo de poner una oferta salarial en la mesa de negociaciones, sino más grave aún, de garantizar el funcionamiento ordinario de la compañía como el pago de salarios, ocasionándole daños incalculables», señaló Brey.
El sindicalista sostuvo que «pasados ya 11 meses de una ronda paritaria inconclusa, hecho inédito desde que en 2007 se reanudara este mecanismo anual de discusión salarial y convencional, la empresa muestra un absoluto desinterés en alcanzar acuerdos o brindar siquiera la más mínima certeza de cara al futuro inmediato».
Además el dirigente gremial apuntó: «A esto se suma el desastre operativo generado por la falta de dotación en ambas áreas, con el consecuente perjuicio sobre la vida cotidiana de nuestros compañeros. Estas problemáticas fueron planteadas y discutidas hasta el hartazgo, chocando siempre con la decisión política de no acordar y llevarnos al conflicto intencionalmente para desgastarnos».
«A esta altura será sin dudas quien asuma la próxima gestión de la empresa, quién deberá como primera e impostergable medida, retomar nuestra demanda de recomposición salarial y cuestiones particulares de cada colectivo», precisó Brey.