La intervención con máquinas y cuadrillas que el municipio inició a mediados del mes de junio había arrojado un dato insólito y doloroso para los vecinos: la conexión nunca funcionó porque no tuvo caño maestro. En su lugar se habían colocado tachos de chapa de 200 litros que estaban totalmente tapados y destruidos.
Así, al inicio de los trabajos los ingenieros a cargo de la obra pensaron que el desagüe estaba taponado y por eso el agua acumulada en el caño buscaba una salida al exterior, es decir hacia la calle.
La sorpresa de los trabajadores fue cuando empezaron a romper el pavimento y a cavar buscando el caño roto para su reparación y se encontraron con que en un sector del desagüe no había conducto y por tal motivo el agua se dispersaba debajo del pavimento, socavándolo y emergiendo hacia la superficie, formando así una gran laguna en el sector.
Esta obra iba a cumplir 15 años con el desagüe colapsado, no funcionó nunca. Eso ocasionaba que el agua bajara y rompiera las calles, originaba focos infecciosos y otros problemas, estamos agradecidos a esta gestión municipal y al intendente Martín Llaryora”, declaró Eduardo Peralta, presidente del Centro Vecinal de Barrio Renacimiento.
La Municipalidad de Córdoba reconstruyó el desagüe pluvial con sus dos bocas de tormenta y ejecutó la conexión de los caños de 600mm de PRFV. La obra quedó totalmente finalizada con la losa de hormigón de pavimento y el enrejado del acceso a las bocas de desagüe.
El director del CPC San Vicente, Santiago Gómez, explicó que los trabajos dieron solución a una situación realmente insólita porque los desagües no tenían caños” y agregó que hoy están las bocacalles y debajo están los caños”.
El pasado 12 de junio el intendente Martín Llaryora supervisó el inicio de la obra y se entrevistó con vecinos del sector. Hace unas semanas, cuando estuvimos en este barrio entregando material para prevenir el Covid-19, los vecinos nos plantearon que desde hace 15 años tenían este desagüe inutilizado. Nosotros tomamos el pedido, le dijimos a los vecinos que en pocos días íbamos a volver y hoy estamos acá, esta es la nueva Córdoba que vinimos a hacer para que todos los barrios también tengan posibilidades”, recordó en ese momento el jefe comunal.
Mónica Machado, una de las vecinas de barrio Acosta que en aquella visita le solicitó al intendente la intervención del municipio, se mostró muy agradecida con el final de la reparación. Es muy importante el desagüe porque el agua de la calle se quedaba estancada, se juntaba mucha mugre. Estuvimos esperando más de 15 años esta obra y en 15 días vino el intendente, escuchó a los vecinos y tuvimos la solución”, manifestó.
Por su parte, Claudia Rosales, propietaria de una casa en la esquina de las calles Ramos Mejía y Matheu contó: Cuando llovía se me inundaba la casa y era un foco de infección también para el dengue”.