Diferentes organizaciones sociales y villeras lamentaron el fin de semana el deceso del sacerdote Basilicio Britez, conocido como el padre Bachi”, ocurrido el sábado y recordado por su trabajo pastoral en barrios de emergencia del partido bonaerense de La Matanza. Britez falleció tras pasar tres meses internado afectado por coronavirus.
El obispo de San Justo, Eduardo García, sostuvo que el padre Bachi pasó de este mundo al padre. Rezamos por su familia, por la iglesia de San Justo a la que tanto bien hizo y damos gracias por el don de su vida”.
El sacerdote Brítez, párroco de la iglesia San Roque González del barrio Almafuerte, en San Justo, dio una dura pelea” contra el coronavirus que lo mantuvo internado desde hace tres meses en la clínica San Camilo, donde recibió innumerables mensajes de apoyo. Incluso, el papa Francisco se interiorizó por la evolución de su salud, y lo llamó en más de una oportunidad.
La última comunicación fue hace unos días, cuando el pontífice se comunicó con la religiosa a cargo de la clínica del barrio porteño de Caballito, la monja Catalina Osella, para conocer el estado de salud del sacerdote y manifestarle su cercanía.
Durante su convalecencia, Bachi mostró sus ideales a través de una reflexión: Es el partido que yo decidí jugar, que fue estar del lado de la gente, acompañándola en estos momentos tan particulares, y no estar en la comodidad de mi casa. Pero, bueno, la voluntad de Dios es que, en estos momentos, yo esté en el banco de suplentes”.
Por su parte, la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia y el equipo de Sacerdotes de Villas de Capital y Gran Buenos Aires calificaron al padre Bachi como un mártir de los pobres”.
Durante la última dictadura cívico militar la villa de las Barrancas de Belgrano fue erradicada y Bachi se fue a vivir con su familia a Villa Palito, en San Justo, el barrio que amó y por el cual luchó para que fuera urbanizado, donde realizó la enorme tarea de establecer el Hogar de Cristo, lo que sin duda lo convirtió en uno de los santos de la pastoral villera”, explicaron desde la entidad.
Su vida compartida y entregada en su entrañable Villa Palito, su compromiso personal y comunitario con el Equipo de Curas de Villas y su presencia tan testimonial en la Comisión de Pastoral de Adicciones hacen que estas palabras escritas en su recuerdo sean asumidas por ambos espacios de nuestra iglesia argentina”, destacaron.