La cada vez más pronunciada baja en la edad promedio de los fallecidos por Covid-19 es un dato saliente que deja la segunda ola del virus. Algunas cifras alcanzan para dimensionar ese cambio.
En Córdoba, la edad promedio de los muertos durante todo un año de pandemia (de marzo de 2020 a marzo de 2021) fue de 72,6 años. Pero en abril pasado había descendido a los 69,8 años.
En mayo, ya fue de 67,2 años. Y en junio último bajó a los 64,6 años. Respecto de octubre de 2020, la edad promedio de las muertes adjudicadas al coronavirus en Córdoba descendió unos 10 años, según un registro del matutino La Voz del Interior en base a los reportes diarios oficiales del Ministerio de Salud provincial. Otro dato elocuente: los menores de 60 años explicaban el 11% de los decesos de marzo a marzo. Pero pasaron a representar el 28,5% en mayo y en junio fueron el 35,6%.
Con la segunda ola y la vacunación masiva, está en franco descenso la edad promedio
Por contrapartida, los mayores de 60 años fallecidos pasaron del 88,9% de marzo a marzo, al 71,5% de mayo, y al 64,5% de junio. Esos cambios pueden graficarse de un modo más sencillo: durante un año de pandemia, uno de cada 10 fallecidos por coronavirus era menor de 60 años.
En mayo, con la segunda ola ya acentuada, fueron casi tres de cada 10. Pero en junio, con el pico más agudo de casos y de muertes en Córdoba, llegaron a ser casi cuatro de cada 10, reveló el periodista Fernando Colautti.
Las razones, según apuntan los especialistas, hay que buscarlas a dos puntas. Una es el impacto de la creciente vacunación, que en la primera etapa ha priorizado a los adultos mayores. En ese sentido, debiera verse también un descenso paulatino de decesos desde las próximas semanas en la franja de 50 a 60 años.
Otra causa que se cita es que con la segunda ola ha aumentado la tasa de contagios entre los más jóvenes, acentuada además por la transmisibilidad más alta de las nuevas mutaciones del virus, lo que ocasiona cuadros más severos que el año anterior en pacientes de 40 a 60 años.
En hospitales y clínicas se marca el asombro por el aumento de casos graves –entre mayo y junio– de personas jóvenes, incluso de muchos que no presentan comorbilidades previas. Expertos sanitarios marcan que sin vacunación, los muy altos picos de contagios registrados en mayo y en junio habrían generado muchos más decesos, sobre todo entre adultos mayores, de los que se han notificado.