Luego de más de un año de pandemia, la única alternativa para poder ir retomando progresivamente la vida pre Covid-19 es avanzar con la vacunación. Sin embargo, hay muchas dudas respecto de la inmunización y un porcentaje importante de la sociedad aún no expresa su decisión voluntaria de recibir las dosis.
Si bien Argentina se caracteriza por ser un país con un porcentaje muy bajo de antivacunas”, apenas un 3% , son muchísimos los adultos que decidieron no inscribirse para ser vacunados contra el Sars-Cov-2. En la provincia de Buenos Aires, según distintas encuestas, el 30% de los adultos todavía no se anotó. Y en Córdoba, ese porcentaje es mayor: el 41% de los mayores de 18 años todavía no expresó su voluntad en el portal Ciudadano Digital de la Provincia. De los 3.600.000 habitantes de esta jurisdicción, 1.549.579 ya recibieron la primera dosis, en tanto que casi 300.000 personas están en lista de espera. Es así que 1.139.189 personas todavía no se anotaron para ser inmunizadas.
Para llegar a más ciudadanos, el gobierno provincial anunció que hoy se vacunará con la primera dosis a mayores de 60 años, mujeres embarazadas, y personas con discapacidad, sin turno previo. De esta manera, se busca que las personas comprendidas en esos grupos se motiven para ser inmunizadas y también se sortean las dificultades que puede conllevar la inscripción.
Avanzar con la campaña es sumamente importante ya que una forma de lograr superar la pandemia es alcanzando la inmunidad de rebaño. Con la cepa original del Covid-19, expertos aseguraban que esta inmunidad se podría alcanzar con un 70% de la población vacunada. Sin embargo, las nuevas variantes obligarían a vacunar a un porcentaje mayor, que rondaría el 80%. Es por eso que esta falta de interés en recibir la vacuna en un sector tan grande de la sociedad genera suma preocupación.
Si bien no hay datos específicos sobre cuáles son las causas para no querer inmunizarse, muchos motivos tienen que ver con los supuestos riesgos que conlleva la vacuna, en especial la AstraZeneca en los más jóvenes. Tampoco se puede descartar la imposibilidad de muchas personas para inscribirse, particularmente por no contar con los recursos necesarios para hacerlo, como es una conexión a internet y un dispositivo electrónico.
Como una forma de alentar la vacunación, el gobierno de Córdoba determinó que otorgará licencia sin percepción de haberes a los empleados públicos mayores de 60 años que integran los grupos de riesgo por comorbilidades que no hayan querido recibir la vacuna. De esta manera, esos empleados públicos pueden ser convocados a trabajar de forma presencial una vez que estén inoculados, pero en caso de que no puedan concurrir porque se niegan a recibir la vacuna, se les respeta ese derecho, pero se considerará inasistencia justificada y sin goce de haberes”, explicaron desde el Panal.