Después de atravesar días donde el sistema de salud provincial estuvo a punto de colapsar a causa del alto número en la ocupación de camas críticas por Covid-19, la situación parece haber mejorado al observarse un importante descenso en este indicador. Actualmente, el porcentaje de ocupación es del 48,1%, una cifra que no se alcanzaba hace más de un mes, y que se traduce en 1.688 personas internadas, número muy por debajo de los más de 3.000 internados que hubo en junio.
Sin embargo, este porcentaje que informa la Provincia no incluye a los internados por otras patologías y no refleja la situación total que se atraviesa en las Unidades de Terapias Intensivas. Por esta razón, los médicos tienen la preocupación de que este descenso en el porcentaje sea contraproducente si la sociedad lo percibe como una señal para relajarse. Es así que en vistas de las vacaciones de invierno que arrancan formalmente este viernes, desde las terapias intensivas advierten que aunque ha disminuido la cantidad de pacientes, aún las cifras de internaciones son altas.
Consultados por las razones que dieron lugar a que se desocupen muchas camas críticas, los especialistas coinciden en tres motivos: las restricciones, los decesos, y los pacientes recuperados. Es así que Juan Pablo Caeiro, jefe de Infectología del hospital Privado, asegura que la baja se debe tanto al impacto de las restricciones en la cantidad de casos así como a la cantidad de fallecidos que, lamentablemente, desocupan camas. Por su parte, Miguel Díaz, director del hospital Rawson, apunta como factor principal a las restricciones: Es evidente que las restricciones hacen lo suyo, a pesar de que no se cumplen del todo”. Sin embargo, aseguró que la ocupación continúa alta.
Andrés de León, presidente del Consejo de Médicos de Córdoba, coincide con ambos: El descenso de la ocupación se debe a que estamos viendo el efecto de las medidas que se tomaron en los últimos 20 días. Al bajar la cantidad de contagios, la cantidad de internaciones baja, mientras tanto también se van desocupando camas por pacientes que mueren o se recuperan. Se reducen los ingresos y aumentan los egresos”, explicó.