Aproximadamente el 80% de los imputados en causas que se elevan a juicio son jóvenes provenientes de sectores socioeconómicos medios o medios bajos que al brindar sus datos personales, admiten consumir algún tipo de drogas.
Por este motivo es que tras concluir el proceso judicial, la mayoría de los jueces disponen tratamientos de rehabilitación para darles la oportunidad a los acusados de recuperarse de sus adicciones.
El doctor Mario Capdevila, juez de larga trayectoria en el Poder Judicial afirma que el dato no solo surge de lo que declaran los propios imputados al momento de interrogarlos sobren sus condiciones personales.
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Los mismos análisis químicos y de orina que se les practican a los imputados arrojan esa realidad”, manifestó Capdevila. Y agregó: No mienten al dar esos datos las estadísticas de los colegas”. Es así que como mínimo, cuatro de cada cinco condenados consumen drogas.
Según destacó, la mayoría declara ingerir cocaína o alcohol, y generalmente también carga con grandes conflictos familiares debido a que son los propios padres o familiares quienes denuncian situaciones o comportamientos agresivos e incontrolables en el hogar.
«Los familiares buscan protección en el sistema penal cuando el mismo no está para eso” destacó el letrado. Lamentablemente la ley de salud mental a nivel nacional no tiene previsto estas situaciones que son desbordantes para las familias y que se observan cada vez más en tribunales”, añadió.