A pesar del anuncio del gobierno nacional sobre la flexibilización del uso de barbijos en la vía pública a partir del 1º de octubre, Córdoba seguirá otro camino: tanto la administración provincial como la municipal anticiparon que el tapabocas seguirá siendo obligatorio tanto en la vía pública como en espacios cerrados.
Si bien la Provincia prorrogó las restricciones hasta el próximo domingo, desde el Comité de Expertos que asesora al gobierno de Juan Schiaretti adelantaron que el uso del tapabocas seguirá siendo obligatorio el mes próximo, ya que es un buen hábito para prevenir contagios de coronavirus.
Hay evidencia mundial y local de que el barbijo impide la infección por Covid y otras infecciones virales y respiratorias”, adelantó Miguel Díaz, jefe de asesores del Ministerio de Salud y director del hospital Rawson, quien destacó que países como Israel -con un alto porcentaje de personas vacunadas-, tuvieron que dar marcha atrás y volvieron a implementar el uso del barbijo. Estas flexibilizaciones se venían pensando, pero deben ser llevadas a cabo de forma paulatina y teniendo en cuenta las variables epidemiológicas”, concluyó Díaz.
Por otra parte, el gobierno provincial informó que las restricciones vigentes hasta el momento seguirán rigiendo hasta el 26 de septiembre inclusive. Llegada esa fecha, el Comité Asesor Científico y la autoridad sanitaria provincial definirán las medidas a adoptarse conforme la realidad sanitaria” de Córdoba, agregó en Twitter.
Pero eso no impidió que la ciudad avance en sus propias flexibilizaciones de actividades nocturnas. Si bien la capital provincial recordó ayer que desde el 17 de abril rige la obligatoriedad del uso del barbijo en el ámbito de la ciudad, medida que tampoco piensa modificar, también anunció la habilitación de actividades nocturnas y eventos privados a tono con las medidas tomadas por la Nación, pero para octubre.
Miguel Siciliano, secretario de Gobierno municipal, dijo que Córdoba tiene autonomía para decidir en función de sus indicadores sanitarios y la notoria caída del índice de positividad de los contagios (la relación entre tests realizados y diagnósticos confirmados) para justificar las habilitaciones.