Supermercadistas, almaceneros y comerciantes de Córdoba coincidieron ayer en advertir que tras la realización del ballotage presidencial del domingo pasado que consagró a Javier Milei como presidente electo también se inauguró una nueva realidad en materia de precios.
En este sentido, fueron dos los fenómenos generalizados: subas fuertes de algunos alimentos de consumo masivo –la máxima informada es del 54% sobre los fideos secos– y/o falta de entrega de productos a la espera de definir nuevas listas de valores, ante la incertidumbre que provoca la transición en la Casa Rosada.
Sobre el particular, el director general del Centro de Almaceneros de la Provincia, Germán Romero, explicó que “hay una enorme disparidad de precios. Entre los proveedores que entregan a los almacenes alternan los aumentos con la no entrega de productos. Por ejemplo, entre los de gaseosas y cervezas sólo el 20% distribuyó mercadería y con subas del 20%”.
“En leches, una primera marca entregó sin suba pero las segundas y terceras marcas llegaron con aumentos del 17%. Sobre quesos cremosos fueron del 15%. Fideos secos registraron un incremento del 54% por la expectativa de la industria del fin del fideicomiso. En el aceite, en tanto, el ajuste es del 38%”, enumeró el directivo.
Asimismo, aclaró que en los mayoristas, sitio de habitual aprovisionamiento de los almacenes, alternó la falta de mercadería con la ausencia de precios, incluso en cartelería. La carne, en tanto, también registró una suba del 7%. “Pero el precio planchado, subió 35% en octubre y aún está atrasado”, indicó el director de Almaceneros en declaraciones al diario La Voz del Interior.
A su turno, el titular de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac) y propietario de Almacor, Víctor Palpacelli, consideró que se trata de “versiones” y especificó que “aún no hay confirmaciones oficiales”. “Es muy prematuro hacer un análisis. Han pasado muy pocas horas hábiles desde las elecciones”, sostuvo en diálogo con Cadena 3.
Por su parte, Luis Méndez, titular de la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba, y Fausto Brandolín, presidente de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) también describieron una situación generalizada de “retención” de productos por parte de proveedores e incluso comercios; todos a la espera de tener mayor claridad sobre qué sucederá con el valor del dólar y el resto de los precios antes de decidir seguir vendiendo bienes.
Además de este cuadro de incertidumbre, sobre las góndolas pesa otro factor: la expectativa de finalización en la práctica de las medidas oficiales apuntadas a “pisar” los precios, esto es el programa Precios Justos (PJ) y los fideicomisos del aceite y la harina. En los papeles, PJ rige hasta el 31 de diciembre, una fecha 21 días posterior al cambio de Gobierno.
Si bien trascendió que la actual gestión confirmaría su vigencia al menos hasta el 10 de diciembre autorizando aumentos del 5% y 8%, esto no fue confirmado aún a Casac. Por otra parte, se tiene muy poca expectativa sobre el cumplimiento del acuerpo por parte de las grandes industrias con un oficialismo ya en franca retirada y un Presidente entrante que ha criticado expresamente estos mecanismos de intervención estatal.
Finalmente, desde el rubro “electrodomésticos”, Méndez resumió: “La mayoría de nuestros proveedores están con ventas suspendidas a la expectativa hasta que más o menos decante este cambio del Gobierno. Hasta el 10 de diciembre vamos a transitar días inciertos. Luego, habrá meses difíciles por los ajustes que se vienen, pero con menos incertidumbre”.