Vecinos que reclamaban desde el pasado viernes en el obrador instalado en Molinari contra la construcción de la autovía de Punilla fueron desalojados de su acampe en la madrugada de ayer por efectivos policiales. “Los sacaron de las carpas descalzos, sin abrigos y sin dar aviso de alguna orden judicial ni nada”, relataron los manifestantes y comentaron que todas sus pertenencias quedaron en el lugar y debieron refugiarse en una vivienda cercana.
Los vecinos, que no se resistieron al desalojo, aún esperan que se resuelva el recurso de amparo presentado para evitar que la maquinaria avance sobre áreas protegidas de la zona donde se prevé la construcción de la autovía.
El desalojo fue emitido por la fiscal de Cosquín, Paula Kelm: “No hubo posibilidad de diálogo, esto está totalmente fuera de la ley, violatorio de las leyes nacionales, internacionales”, repudiaron desde la Asamblea de Punilla y agregaron que las personas del acampe “no presentan heridas graves pero recibieron maltrato y agresividad por parte de los efectivos”. Además denunciaron que la Policía cercó la zona, rodeando a los vecinos refugiados en la vivienda.
En ese marco, los vecinos de Punilla indicaron que la Justicia sigue sin resolver el recurso de amparo presentado y que no se aceptaron los Hábeas Corpus preventivos, “figura legal que fue creada precisamente para proteger a quienes ejercen su derecho a la protesta”.
El comunicado remarca la ilegalidad del desalojo y llama a una respuesta comunitaria y popular frente a “esta complicidad empresa-gobierno-poder judicial, que pisotea las leyes para arrasar con el territorio y construir una autopista pensada para el saqueo de recursos y para más negocios inmobiliarios”.