Los restos del reconocido artista cordobés y radicado en Francia desde 1963, Antonio Seguí, fueron despedidos públicamente este miércoles en Córdoba, donde diseñó obras urbanas emblemáticas en la ciudad.
En reconocimiento a obras como ‘La Familia Urbana’, con gigantescas figuras en diferentes puntos de la capital provincial destacadas por la ciudadanía, y a su trayectoria, una buena cantidad de cordobeses se dieron cita hoy en el Museo de Arte Contemporáneo, lugar que el propio artista plástico creó y que fue inaugurado el 12 de noviembre de 1988.
Entre quienes pasaron a dar el último adiós a Seguí, estuvo el gobernador Juan Schiaretti, quien dijo que es un tributo “al hombre que expresa lo que es la cultura cordobesa y consigue sintetizarla y plasmarla en obras de arte; y con esa mirada, esa concepción que tenía, pudo triunfar internacionalmente como no lo hizo ningún otro artista en la historia de Córdoba y tal vez del país”.
“Era cordobés hasta el caracú, porque como él decía ‘vivo en Córdoba y trabajo en París’; siempre volvía porque quería a su Córdoba”, destacó el gobernador. Familiares del artista también participaron de la jornada de despedida.
Nacido el 11 de enero de 1934, viajó por el mundo, se formó como artista, y tuvo una vida bohemia recién llegado a París en el año 1963. Tuvo también una activa participación en el Mayo del 68 y fue acosado por parte de la dictadura militar argentina, al punto de haber sido ametrallado en su casa parisina.
Formado en la Academia de San Fernando de Madrid y de la Ecole des Beaux Arts de París, Seguí ha recreado a lo largo de su carrera una completa gama de arquetipos sociales, con técnicas que incluyeron el abstraccionismo matérico, una figuración de corte expresionista y algunos elementos del cómic.
La obra madura del pintor se inicia a mediados de los 60, con su instalación definitiva en París: a partir de esta etapa aclara su paleta y se vale de recursos propios de la historieta, textos, flechas y señales yuxtapuestas.
Desde fines de los `80, los cuadros de Seguí se explayan con tono crítico sobre la degradación de la vida en las grandes ciudades, la contaminación, el hacinamiento, y las consecuencias de la industrialización y los adelantos tecnológicos.
El artista reconocía siempre al paisaje y a las vivencias de su infancia como fuentes centrales de su obra. “En mi trabajo, el mensaje ha sido siempre las impresiones de mi infancia en Córdoba. Son producto de la memoria del niño que en algún momento fui”, contó alguna vez.