Según un estudio realizado en nuestra ciudad por la Universidad de Johns Hopkins (Estados Unidos), el 62% de los cordobeses excede los límites de velocidad y cuatro de cada 10 no usa el cinturón de seguridad. Además, sólo el 59% de los motociclistas usa de manera correcta el casco en motocicletas.
El trabajo se realizó en el marco del trabajo que vienen desarrollando la Municipalidad de Córdoba y la Iniciativa Bloomberg de Seguridad Vial Global (BIGRS, por su sigla en inglés) para prevenir lesiones graves y muertes en siniestros viales en la ciudad.
Durante este 2023, integrantes de la Unidad Internacional de Investigación en Lesiones (JH-IIRU) de la Universidad de Johns Hopkins, en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional Mar del Plata (UNMDP), llevaron adelante, por primera vez en Córdoba, estudios observacionales de tres factores de riesgo en seguridad vial, cuyos resultados facilitarán la toma de decisiones basadas en evidencia.
En este sentido, los factores de riesgo observados fueron: velocidad; uso de cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil; y uso de casco. Teniendo en cuenta los actuales límites de velocidad establecidos en la ciudad, pudo observarse que el exceso de velocidad fue alto en todo tipo de vehículos (62%), siendo mayor entre vehículos deportivos utilitarios o SUV, por su sigla en inglés, (66%) en comparación con otros vehículos.
En este sentido, el exceso de velocidad observado entre conductores profesionales fue alto: en taxis, el 64%; y en conductores de autobuses, del 42%.
La ciudad de Córdoba con el 62% de exceso representó el valor más alto en cuanto a exceso de velocidad de la región en la que la Iniciativa trabaja y realiza este tipo de estudios. Por ejemplo, entre las ciudades observadas, Buenos Aires muestra un 29% de exceso de velocidad, Bogotá (39%), Ciudad de México (34%), Quito (20%) y ciudad de San Pablo (11%), sólo por mencionar algunas.
En cuanto a las vías, el exceso de velocidad fue muy alto en vías locales (76%) y en vías colectoras (66%). Las primeras se refieren a aquellas vías que principalmente brindan accesibilidad a áreas residenciales, de negocios, etcétera y cuyo límite de velocidad es 40 km/h o menor, en caso de zonas de escuelas u hospitales.
Las segundas se refieren a vías que conectan las vías locales con las arteriales y penetran en los barrios y comunidades y suelen tener un límite de 60 km/h.
Las altas velocidades incrementan la probabilidad de ocurrencia de un siniestro y una mayor probabilidad de lesiones graves. Un aumento de un km/h en la velocidad promedio del vehículo da como resultado un incremento del 3% en la incidencia de siniestros que resultan en lesiones y un aumento del 4% al 5% en la incidencia de siniestros fatales, según la Organización Mundial de la Salud.
Uso de casco
Las observaciones sobre el uso del casco indican que tan sólo el 59% de los motociclistas usan correctamente el casco. En relación a pasajeros se observó un uso correcto del 42% y en el de los conductores un 65%.
También se observó que de acuerdo al tipo de vía varía el porcentaje de personas que usan correctamente el casco: en las vías arteriales 62% mientras que en vías colectoras y locales sólo el 55%.
En general el uso correcto de este elemento de seguridad vial fue más bajo antes del mediodía (56%) y pudo observarse que su utilización disminuye hacia el fin de semana.
En caso de choque, el uso correcto del casco de motocicleta puede reducir el riesgo de muerte en un 42% y de lesiones graves en la cabeza en un 69%. El uso correcto implica colocarlo en la cabeza y con la correa del mentón abrochada.
Cinturón de seguridad
En las observaciones realizadas, se detectó un uso bajo del cinturón de seguridad en vehículos de cuatro ruedas (57%), siendo aún más bajo entre pasajeros del asiento trasero (18%).
En cuanto al género, se observó que el uso del cinturón de seguridad fue superior en conductoras mujeres (73%) y menor en conductores hombres (61%). Sobre el uso de sistema de retención infantil (SRI), el estudio indicó que fue muy bajo entre niños de 5 y 11 años (4%) y en niños menores de 5 años (27%).
Los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil desempeñan un papel importante en la reducción de la gravedad de las lesiones en caso de un siniestro de tránsito; y reducen la mortalidad en un 50% en choques en los que, de lo contrario, morirían conductores, pasajeros y niños.
Estas observaciones se realizaron en sitios estratégicos distribuidos en la ciudad según la jurisdicción de cada CPC. Las mediciones fueron hechas en distintos días de la semana y fines de semana, en tres períodos de tiempo: mañana, tarde y noche.
“La ciudad ha mostrado un sólido compromiso para reducir las muertes en las vías con la asistencia técnica de los aliados de BIGRS. Los resultados de la Unidad Internacional de Lesiones de Johns Hopkins describen la línea de base de los factores de riesgo más importantes que explican la mortalidad en las vías de Córdoba. Esta información será fundamental para que la ciudad pueda llevar a cabo las medidas de política pública necesarias para preservar la vida de todos los cordobeses”, dijo Andrés Vecino, investigador en sistemas de salud y miembro de la Unidad Internacional de Lesiones de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins, encargada de realizar la evaluación y monitoreo de los factores de riesgo vial descritos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el contexto de la Iniciativa para la Seguridad Vial Global.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Metropolitano, Gabriel Bermúdez, afirmó: “El estudio presentado revela datos cruciales sobre los factores de riesgo en seguridad vial en la Ciudad de Córdoba, y en este sentido es preocupante constatar que el 62% de los cordobeses excede los límites de velocidad, por eso destacamos la urgencia de abordar esta problemática”.
“La colaboración con Johns Hopkins y la Iniciativa Bloomberg es clave. Los datos muestran áreas críticas, como el alto exceso de velocidad y la baja tasa de uso de casco y cinturón. Desde la ciudad ya estamos trabajando para tomar medidas decisivas basadas en esta información para implementar políticas efectivas y preservar vidas, como uno de los objetivo, y la fiscalización continua es una de ellas”, agregó.