Veteranos, familiares y allegados de soldados fallecidos en la Guerra de Malvinas vivieron este lunes una nueva jornada de emoción, durante la entronización de los restos del avión del teniente Héctor Volponi, caído el 23 de mayo de 1982, en una ceremonia realizada en el Museo Nacional de Malvinas (Munam) de la ciudad de Oliva.
Una marcha en honor al héroe caído, el pasaje de aviones en vuelo rasante y como parte del homenaje y un minuto de silencio fueron el marco de una ceremonia que reunió a funcionarios, jefes militares, alumnos y ciudadanía en el predio del museo, donde se entronizó parte del Mirage V-Dagger.
«Los restos de este avión representan el ADN de un soldado muerto por la Patria; la gente va a poder observarlos y entender lo que significa el sacrificio supremo de un soldado que fue a recuperar tierra que nos pertenece», reflexionó el director del Munam, Gabriel Fioni.
Del acto, en el que también se recordó al también caído teniente aviador Luciano Guadagnini y estuvo encabezado por el jefe de la Fuerza Área, el brigadier Xavier Julián Isaac, participaron el intendente local, Octavio Ibarra, vecinos, jóvenes militares y alumnos de escuelas de la ciudad.
Luego del discurso de Isaac, en el que se resaltó el desempeño de los aviadores, se procedió a la entronización de los restos de la aeronave, el Mirage V-Dagger que piloteaba Volponi, oriundo de la localidad bonaerense de Tres Arroyos y formado militarmente en la Escuela de Aviación Militar en Córdoba.
Volponi estaba casado y, tras su fallecimiento en la Guerra de Malvinas, nació su segundo hijo.
La entronización constituyó el cierre de un proceso que comenzó años atrás cuando fue recuperada una parte de la cabina del avión por parte del cabo del Batallón de Infantería británico David Richardson, quien se contactó vía redes sociales con Gabriel Fioni, el director del Munam, para realizar la devolución de esos restos del avión de la Fuerza Aérea Argentina.
La devolución fue gestionada a través del embajador argentino en el Reino Unido, Javier Figueroa, quién se contactó con Richardson y envió las piezas del avión en valija diplomática a Buenos Aires.
El avión fue derribado sin eyección en la Bahía Horseshoe por un Harrier Sidewinder AIM-9L, comandado por el teniente británico Martin Hale.
La aeronave cayó en el oeste de Bahía Elefante, unos tres kilómetros al norte del establecimiento ubicado en la isla Borbón.
El año pasado comenzaron las tratativas para recuperar esas valiosas piezas, que según relató el intendente Ibarra, tuvieron un llamativo pedido del militar británico.
«Cuando le comunicó a Cancillería que entregaría el material, lo que pidió es que se exhiba y se muestre a todos los argentinos y que ponga de manifiesto la valentía que tuvieron nuestros soldados en la lucha por la tierra que es de todos los argentinos”, expresó el jefe comunal.
Por su parte, el jefe de la Fuerza Aérea, Isaac, expresó: “Malvinas es siempre sentimientos contradictorios, por el dolor de los que nos dejaron físicamente y la satisfacción en su momento por el deber cumplido».
Isaac ponderó el museo cordobés dedicado a Malvinas y consideró que gracias a ese tipo de instituciones, «sigue encendida la llama» por la soberanía sobre las islas, 40 años después.
“El mensaje no es solo para los militares, también para civiles, a los chicos de los colegios, que mantengan viva la llama, no olviden que quienes dieron la vida por la Patria lo hicieron con profunda convicción; de ustedes depende que este sentimiento malvinero no termine nunca. O por lo menos que así sea cuando recuperemos las islas que será más pronto que tarde, no tengo dudas”, completó.
Estuvo presente también el suboficial Mayor retirado de la Fuerza Aérea Juan Manuel Mote, quien dirigía el avión guía en aquella misión del 23 de mayo de 1982 y sacó la última fotografía del teniente Volponi, mientras dirigía la aeronave hacia el combate.
“Para nosotros es un orgullo, un sentimiento muy fuerte, dado que yo tuve no sé si la suerte de recordar al teniente Volponi en una foto, en el último vuelo que hizo él, tuve la suerte de sacarle una foto en el guiado que le hicimos al avión y esa foto quedó para la historia, por eso esa foto hoy acompaña los restos del avión del teniente Volponi que por suerte se ha conseguido”, dijo el militar retirado, en diálogo con Télam.
Mote lamentó el «silencio» que dominó a la cuestión Malvinas durante unos «25 o 30 años», después de la guerra, pero afirmó que ahora, para los excombatientes, la situación cambió.
«Es como que empezamos a liberar todos nuestros recuerdos y empezamos a vivir lo que años antes no hemos vivido; realmente ahora nos sentimos con ganas de contar toda nuestra historia, lamentablemente pasó mucho tiempo, pero por lo menos estamos contando lo alguna vez se vivió”, explicó.
Durante la ceremonia, realizada en el predio adyacente al museo, donde se exponen aviones y elementos de mayor porte, se efectuó un pasaje de aviones en honor a los pilotos, mientras se realizaba un minuto de silencio.
También se depositaron los restos del Mirage V-Dagger en una cureña, mientras se ejecutó la marcha en honor al héroe caído, en un acto que contó también con la presencia de cadetes de la Escuela de Aviación Militar, con la bandera de ceremonia del Colegio Militar de la Nación.