Mientras continúa la pulseada por los contratos que no fueron renovados en diciembre pasado, los gremios estatales cordobeses esperan ser convocados esta semana por las autoridades del gobierno provincial para negociar el aumento salarial correspondiente al presente mes de enero.
La estrategia de los referentes sindicales será reclamar una recomposición del 24,2%, igual a la inflación del mes anterior difundida el jueves por la Dirección de Estadística y Censos de la Provincia.
Sin embargo, el secretario General de la Gobernación, David Consalbi, les ratificaría la decisión de la gestión de Martín Llaryora de dar por caído el acuerdo paritario heredado de su antecesor, Juan Schiaretti, que suponía actualizar los sueldos en forma automática, en función de la suba de precios oficial.
Antes de sentarse a discutir, las diferencias son tan grandes que cobra fuerza una posibilidad concreta: la suba sería por decreto, ante la posible falta de un entendimiento entre las partes.
Como se recordará, Llaryora ya denunció ante la Secretaría de Trabajo de la Provincia que ese acuerdo “está caído”. Su argumento es la inflación desbocada. Los gremios no se dan por enterados. “Para nosotros la paritaria sigue vigente. El secretario de Trabajo no nos comunicó que el acuerdo homologado esté caído”, coinciden los referentes de los estatales.
El mandatario provincial no muestra sus cartas, pero en privado brinda algunas pistas. Les adelantó a sus negociadores con los gremios que no puede ofrecer ni la mitad de lo que marcó la inflación. Un funcionario llaryorista paladar negro, fue más allá. “Si es por los ingresos, que cayeron un 17% el mes pasado, no estamos en condiciones de ofrecer nada de aumento”, sentenció.
Pocas veces hubo tantas diferencias antes de negociar. En el Centro Cívico barajan algunas alternativas, según dio a conocer La Voz del Interior. Todas les caerán mal a los estatales: una posibilidad es un aumento no remunerativo, con suma fija, de acuerdo a lo que la Provincia pueda pagar, según sus ingresos. La otra alternativa es más drástica y no tiene casi antecedentes en la historia reciente: que el gobernador otorgue un aumento por decreto.